Expirado

RSE como innovación del modelo de gestión

Vicente Spagnulo es profesor de la cátedra de "RSE como innovación del modelo de gestión del Siglo XXI", de la Carrera Relaciones del Trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad Nacional de Buenos Aires). Esta fue su ponencia:

VISIÓN DESDE UN LUGAR EN EL MUNDO 

Todos buscamos nuestro lugar en el mundo. Desde ese sitio podemos construir la mirada peculiar, propia, que enlace lo local con lo global y que evalúe el modo en que lo uno incide en lo otro y considere además las reciprocidades posibles, sus costos y beneficios. Desde nuestro lugar alentaremos al sector empresarial a continuar profundizando la línea de trabajo en conjunto con la comunidad, aportando a la construcción de una economía local y mundial más sustentable e inclusiva.

Es una invitación a las empresas a asumir su responsabilidad social para que, juntamente con otros sectores de la comunidad, sean parte de la solución de aquellos problemas que la globalización conlleva, ya que sin duda existe un efecto de la mundialización en la periferia y de ésta en el mundo globalizado. 

Partiendo de esta convicción se impone, desde nuestro lugar en el mundo, una legítima invocación al sector empresarial: que conduzca su negocio teniendo en cuenta una guía de valores y considerando a la empresa como la herramienta de inclusión social por excelencia. Aquella empresa que genera exclusión social lesiona el mercado, razón de ser de su propia existencia. 

UNA MARCA DE LA ÉPOCA 

“Si la política de proximidad no hubiera sido vaciada de contenido, si los empleos para jóvenes no hubieran sido suprimidos, si los créditos de las asociaciones de los barrios no hubieran sido reducidos, no estaríamos donde estamos ahora”. (1)

Este diagnóstico está vigente y se inserta en el marco de lo auspiciado por el Foro Económico Mundial de 1999, ocasión en la que Kofi Annan -Secretario General de las Naciones Unidas- hizo un llamado al sector privado para que trabaje en conjunto con las uniones de trabajadores y la sociedad civil aportando a la construcción de una economía mundial más sustentable e inclusiva.

Con el fin de avanzar en esta dirección, la propuesta de dicho foro ha promovido, hace ya más de seis años, la incorporación a la empresa de principios que gozan de consenso universal, tales como: Derechos Humanos y Estándares Laborales. Estos últimos implican: el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo forzado y obligatorio, la abolición del trabajo infantil y la erradicación de la discriminación en lo relacionado al empleo y la ocupación.

HECHO SOCIAL

La exclusión es un hecho social de nuestro tiempo. El Hecho Social es “Todo modo de hacer, fijado o no, capaz de ejercer sobre un individuo una coacción exterior….” (2)

Se trata, en fin, de modos de actuar, de pensar y de sentir que exhiben la notable propiedad de que existen fuera de las conciencias individuales.

Los procesos de inclusión serán posibles en la medida en que su necesariedad y práctica sean incorporados al individuo como ejercicios de conciencia que constituyan un pasaje desde lo social hacia lo psicológico. Entendemos a la exclusión como un proceso social, pero su contracara -la inclusión social- es un proceso individual. 

INDICADORES SOCIOECONÓMICOS PRODUCTIVOS COMUNITARIOS

Los especialistas conocen los indicadores socioeconómicos, productivos, comunitarios. Podemos agruparlos en cinco categorías, que ayudan a interpretar la realidad de acuerdo al análisis de los respectivos datos macroeconómicos y estadísticos:

1- Economía e Industria ( presupuesto nacional, coparticipación con las provincias, parque industrial

2- Población (tasas de mortalidad infantil, mortalidad general, natalidad, medición por persona y por hogares de los habitantes por debajo de los niveles de NBI -necesidades básicas insatisfechas-) 

3- Educación (cantidad de establecimientos y matrículas estatales y privados y cantidad de docentes en establecimientos estatales y privados)

4- Salud (cantidad de pacientes sin internación y con internación en los niveles Nacional, Provincial y Municipal, cantidad de camas disponibles en el sistema sanitario, cantidad de beneficiarios de obras sociales en contraste con la población sin cobertura)

5- Seguridad (datos de relevamientos, cada 1.000 habitantes, de la cantidad de policías, móviles, delitos en general y delitos violentos en especial)

El hecho de conocer estos indicadores no ha garantizado conductas tendientes a la solución de los problemas que de ellos emergen. El capitalismo ha dado muestras de su fracaso en el intento de resolver estas problemáticas. El socialismo -por otro camino- también ha demostrado su incapacidad en este sentido. La legalidad de la propiedad no está legitimada en tanto y en cuanto haya exclusión social. 

COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS 

Las perspectivas son alentadoras. El mundo está tomando conciencia. Así lo demostró la Comisión de las Comunidades Europeas. El Libro Verde, documento emanado de dicha comisión, (Bruselas 18/07/2001) plantea como objetivo: Fomentar un marco Europeo para la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE), “Promoting an European Framework for Corporate Social Responsability”.

El citado documento tiene por objeto iniciar un amplio debate sobre cómo se podría fomentar en la Unión Europea la responsabilidad Social de las Empresas en el ámbito Europeo e Internacional.

En él se indaga acerca de: 

A- ¿Qué es la Responsabilidad Social de la Empresa? y se responde: “....la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales (comunitarias) y medioambientales en sus aplicaciones comerciales y sus relaciones con interlocutores”.

B- ¿Cuál es su alcance? Y se contesta: “La Responsabilidad Social de la Empresa no se debe considerar sustitutiva de la reglamentación o legislación sobre derechos sociales o normas medioambientales, ni permite tampoco soslayar la elaboración de nuevas normas apropiadas” 

LA EMPRESA COMO ORDENADOR SOCIAL

Partimos de la premisa enunciada, consignando que “La empresa, como institución de base, configura el subsistema económico dentro del orden social para seguir siéndolo, estar y conformar el mismo para servirse y servirlo...”(3) 

DE LA RE-INGENIERIA A LA RE-SOCIALIZACIÓN DEL ROL DE LA EMPRESA 

La empresa, para superar la crisis, debió transitar el proceso enunciado. “Si la organización empresarial en sus decisiones no pondera que funciona como un ordenador social y su concepción de negocio no supera los límites organizativos de la empresa, su visión, misión, objetivos de servicios técnicos, afectivos, de resultados y estéticos, no atienden esa función de ordenador social, desestabiliza al Estado y, por ende la empresa y las personas sufrirán consecuencias imprevisibles por ello” (4) Hoy, que hemos pagado el alto costo de la re-ingeniería, es responsabilidad de los que han superado la crisis, atender las consecuencias de la misma. 

LA GESTIÓN: HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN 

En nuestra opinión, los problemas se resuelven con las buenas reglas del arte de la gestión. 

-¿Qué es la gestión?

Es la administración de recursos, información, comunicación y conductas personales y organizacionales.

-¿Para qué gestionar adecuadamente?

Para el mejor uso de recursos, la mayor veracidad de la información, el desarrollo de espacios organizacionales para la concreción de conductas individuales y corporativas, morales y éticas. 

- ¿Qué otras ventajas nos aporta una adecuada gestión?

Nos habilita para adquirir, preservar y desarrollar los capitales. 

FORMAS BASICAS DEL CAPITAL (BANCO MUNDIAL) 

Como es sabido, el problema de la definición de los factores del desarrollo sustentable ha sido objeto de análisis permanente. El Banco Mundial ha elaborado una presentación de estos factores fundamentada en la visión de diferentes formas de capital. La sustentabilidad y su relación con la eficacia de un sistema de producción se analizan más claramente si se apela a la construcción intelectual de distintas formas de capital. Esta elaboración lingüística torna interdisciplinaria la posibilidad de análisis del capital, y va más allá de la tradicional definición de función de producción, sus factores y sus remanentes. Así podemos referirnos al capital desde distintas ópticas:

1- Capital Natural. Constituido por la dotación de recursos naturales con los cuales cuenta un país.

2- Capital Construido. Es generado por el ser humano, que incluye diversas calificaciones: infraestructura, bienes de capital, financiero, comercial, etc.

3- Capital Humano. Determinado por los grados de nutrición, salud, educación de la población.

4- Capital Social: Se refiere a las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y cantidad de los organismos sociales de una comunidad.

El capital social es “el grado de confianza existente entre los miembros de una sociedad (organización), las normas de comportamiento cívico aplicadas y el nivel de asociatividad que las caracteriza”.(Robert Putman) 

CONSTRUCCIÓN DEL CAPITAL SOCIAL 

El capital social se construye a partir de una sociedad integrada, a partir del fortalecimiento y pleno desarrollo de sus estamentos y actores, que así intentamos describir:

Ciudadanía: Existe y se fortalece a partir del ejercicio pleno de sus derechos y obligaciones.

Comunidad Civil: Está constituida por el Gobierno, los Medios de Comunicación y las Organizaciones Civiles.

Comunidad Comercial: Está compuesta por consumidores, Clientes y Proveedores.

Comunidad Técnico Profesional: Está conformada por Organizaciones Empresariales, Sindicatos y Empleados.

Comunidad de Capital: Se encuentra integrada por Accionistas e Inversores.

¿QUÉ ES LA INTEGRACIÓN? 

No es ni sumar ni juntar. Es que las partes se reconozcan en el conjunto; y que éste se reconozca en cada una de ellas. Es establecer, entre las partes que constituyen el conjunto, vínculos de reciprocidad. 

SINTESIS DE ESTRUCTURA SOCIAL Y EL REQUERIMIENTO DEL CAPITAL SOCIAL 

Las instituciones que integran una sociedad: Empresa, Familia, Escuela, Fuerzas Armadas y Policía, Partidos Políticos y Grupos Confesionales, pueden ser abordadas desde distintos ángulos: el subsistema organizativo al que pertenecen y aquellas necesidades sociales que debe satisfacer.



Necesidades Básicas Sociales Subsistemas Organizativos INSTITUCION

Subsistencia Económico Empresa

Reproducción y Socialización Familiar Familia

Formación e integración Educativo Escuela

Protección contra la violencia Defensa y Seguridad Fuerzas Armadas - Policía

Legitimación del acceso al poder Político Partidos Políticos

Ideales de trascendencia Confesiones Grupos Confesionales



A su vez, cada una de las instituciones, se comunica intra-institucionalmente a través del conocimiento, la experiencia, la habilidad, la actitud y la creatividad de sus miembros. 

En la medida que éstos actúen con transparencia y responsabilidad, legitimarán los referidos vectores de comunicación, adquiriendo así autoridad.

TIPOS DE ORGANIZACIÓN 

Se distinguen así claramente dos tipos de organización: 

- Organización Objeto: Cumple reactivamente con los requerimientos externos que se le imponen.

- Organización Sujeto: Ejerce plenamente sus elecciones frene a las cuestiones por las cuales se siente responsable y a las que le son exigibles. (5) 

TRANSFORMACIÓN 

Tenemos que buscar la idea de los nuevos paradigmas sociales. “Hay algo más fuerte que todos los ejércitos del mundo….es una idea cuando su momento ha llegado” (Víctor Hugo)

Aún en lo conocido se puede innovar. El hacer de buenos maestros es que “saben encontrar una nueva verdad en un saber antiguo” (Confucio) 

INNOVACIÓN - TRANSNOVUS 

De la misma manera que la tecnología se ha valido de la novedad para buscar instrumentos que den respuesta a sus necesidades, las ciencias sociales y la gestión política están en deuda en su respectiva búsqueda de soluciones. Ello porque no han transitado los nuevos caminos en pos de la respuesta a la problemática social. Están en deuda, decimos, porque no han gestado la transformación a través de la innovación. Lo social requiere enfrentar la problemática existente a través de un enfoque integralmente nuevo. De la misma manera que la tecnología aporta soluciones a su problemática a través de lo nuevo, las ciencias sociales y la gestión política se encuentran compelidas a transitar el camino de la transformación y el cambio a través de lo nuevo, tarea que definimos como Proceso Transnovus. 

El vector de la tecnología es la utilidad, el vector de lo social es la relacionalidad. 

PROBLEMAS SOCIALES 

RIQUEZA: “El 10% más rico tiene el 48% del ingreso nacional; el 10% más pobre, sólo el 1,6%”. 

DESOCUPACIÓN: “En la década del 90 la tasa de desocupación fue del 13% al 22%” 

POBREZA: “En el año 2002 el 58% de la población fue censada como pobre” 

INSEGURIDAD: “En 1992 hubo en la Argentina 500.000 delitos, a fines del 2000 la cifra se había triplicado” (Bernardo Kliksberg) 

ASUMIR RIESGOS - BUSCAR NUEVOS HORIZONTES 

“...Arriesgarse e innovar, no hay que castrar porque la sana rebeldía ayuda a crecer...”....“....Otear nuevos horizontes porque hay nostálgicos que quieren reeditar, de modo fundamentalista, cosas que no existen más.” Cardenal Bergoglio. Relación padres-hijos-educación. Propuesta de las cinco piedritas a los educadores. 

CONCLUSIÓN PARA EL EMPRESARIADO ARGENTINO 

a- Situación: 

La Responsabilidad Social Empresaria se ha instalado y está contextualizando el accionar de las empresas líderes, nacional e internacionalmente. 

b- Necesidad: 

Reflexionar sobre la Responsabilidad Social Empresaria y consensuar un lenguaje común, los ámbitos que la comprenden y organizar las acciones dentro del marco conceptual del mismo, para que éstas sean eficaces y eficientes. 

c- Fundamento: 

La empresa como ordenador social es un educador no formal por excelencia. Aquí radica la esencia de la Responsabilidad Social Empresaria. 

d- Compromiso a asumir – Los jóvenes 

El empresariado argentino no debe permitir, desde su lugar de responsable social, que los jóvenes pierdan el interés por su rol de ciudadanos, por el ejercicio pleno de su ciudadanía. Debe propender a que los jóvenes sean atendidos adecuadamente en su salud física y emocional y a que reciban el necesario nivel educativo, porque las carencias derivadas del abandono en esas áreas se manifiestan como posteriores detonantes de insatisfacción, marginalidad y violencia. 

RESPONSABILIDAD SOCIAL 

Esta no incumbe sólo al empresariado, sino que, en tanto los empresarios están insertos en la comunidad, su Responsabilidad Social Empresaria se vincula a la seguridad, a lo económico, familiar, educativo, político y religioso.



(1) Ministro Francés Lionel Jospin. “Francia: un país en llamas”. Revista Noticias, 12 de septiembre de 2005.

(2) Emile Durkheim, Las Reglas del Método Sociológico. Editorial Orbis, Barcelona, 1982.

(3) Vicente Spagnulo, Revista “Iglesia y Trabajo” N° 1, 1997.

(4) Vicente Spagnulo, Revista “Iglesia y Trabajo” N° 3, 1997.

(5) Leonardo Schvarstein. La inteligencia de las organizaciones. Editorial Paidós, Bs.As, 2003.

Expirado

Los cinco ejes del desarrollo sostenible

Horacio Fernández, Director de Total y profesor del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), dijo que el cuidado del medio ambiente fue la punta del iceberg con la cual empezó la responsabilidad social empresaria en los años ’70, ya que las compañías empezaron a notar que tenían una responsabilidad adicional a lo que las normas legales les exigían. En esta página damos a conocer su ponencia.

Total es una empresa de capitales franceses, es el cuarto grupo de hidrocarburos y de energía del mundo. El objetivo de esta presentación es mostrar cómo encara una empresa multinacional, tanto en la faz global como en la local, el tema de la Responsabilidad Social Empresaria. En ese sentido me voy a concentrar en las líneas y políticas básicas del grupo en lo que llamamos desarrollo sostenible. No nos gusta denominarlo Responsabilidad Social Empresaria porque tiene implicancias legales diferentes. 

El desarrollo sostenible para el grupo pasa por cinco ejes, que son la optimización de los recursos, la calidad y seguridad de los productos, el desarrollo de energías alternativas, el cuidado del medio ambiente, las relaciones con la comunidad y la gobernanza corporativa. 

En cuanto a la optimización de recursos, estamos hablando de la producción o explotación de recursos no renovables, por lo cual somos extremadamente cuidadosos en tratar de optimizar al máximo la explotación de esos recursos y no desperdiciar, no crear externalidades negativas. Entonces es un eje muy importante para nosotros tratar de aplicar las tecnologías al alcance, y las de punta, para que no se desperdicien recursos energéticos que en general no son renovables. 

En lo que hace a la calidad y seguridad de los productos, es obvio que una empresa que vende productos al público tiene el deber ético frente al consumidor de producir productos seguros y de la mayor calidad posible. 

El desarrollo de energías alternativas también está vinculado con el tema de los recursos no renovables, por lo cual todas las empresas de energía responsables hoy en el mundo están investigando el desarrollo de fuentes de energía alternativas, de las cuales la solar y la eólica hoy son las más cercanas a un punto económico de producción, aunque nunca van a reemplazar en grandes cantidades, aunque sea a mediano plazo, a los hidrocarburos, que en cantidad y precio no compiten con ningún otro tipo de energía. Estas energías alternativas son caras y por ahora no pueden tener un desarrollo económico sin fuertes subsidios por parte de los países que las están alentando fuertemente. 

Total tiene 50% de EDF, Electricité de France, compañía que se dedica a fabricar paneles solares. Y también tenemos en el Mar del Norte granjas eólicas experimentales que apuntan precisamente a la generación de energía eólica y al desarrollo de nuevas turbinas. 

El cuidado del medio ambiente es otro eje importante de la empresa. Esa ha sido la punta del iceberg con el cual empezó la responsabilidad social empresaria en los años setenta. Fue tal vez la primera manifestación, ya que las compañías empezaban a notar que tenían una responsabilidad adicional de lo que las normas legales les exigían y ahí es donde empiezan a aplicar políticas en relación al medio ambiente que van mas allá que la obligación legal de los países huésped les exige. Así que fue el primer tema por el cual se empezó a hablar de responsabilidad social empresaria. Hoy en día todas las empresas tienen normas propias más estrictas que las normas de la ciudad, las provincias y los países en donde en general operan. Esa es una fuerte manifestación de responsabilidad social empresaria. 

La relación con la comunidad es otro eje importante. Siguiendo ese dicho que afirma que no puede haber empresas exitosas en comunidades fracasadas, las empresas energéticas que operan en lugares muy apartados de la geografía mundial tienden a apoyar y alientan mucho a su entorno operativo para mejorarlo. Por eso las relaciones con la comunidad se transforman en un tema muy importante en estas compañías primarias de energía y de actividad primaria extractiva, por cuanto operan cerca de comunidades pobres en general, donde la mano del Estado no llega en su plenitud, donde no hay una actividad gubernamental muy activa. 

Finalmente el gobierno corporativo es otro tema de la responsabilidad social.

Expirado

Los tres círculos viciosos de la política

Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, aseguró que a mayor nivel de pobreza hay menor cambio político. Donde hay algún indicio de cambio también nos encontramos con mejores indicadores sociales. Esta fue su ponencia:

La función de la política consiste en articular el hacer colectivo, y esto se observa claramente desde la teoría de la polis, los valores cívicos y el compromiso ciudadano, factores que inevitablemente nos llevan al terreno de lo político.

Es inobjetable que en todo país el cambio se produce desde el Estado, y a su vez, el Estado cambia a través de la acción política. Si bien las Organizaciones No Gubernamentales (ONG´s) y la sociedad civil pueden opinar e influir políticamente, en última instancia, es la acción política la que impulsa el cambio que termina produciendo un impacto en la sociedad. El hecho es que, nos guste o no nos guste, si queremos cambiar la sociedad, no podemos dejar de lado el elemento político. 

Dicho esto, cabe preguntarnos: ¿Qué es lo que está pasando hoy con la política en la Argentina? Para aproximarnos a ello, podemos mencionar tres círculos viciosos que, a mi juicio, han sido confirmados por la elección del 23 de octubre de 2005. El primero es el de pobreza-cambio que conlleva la siguiente premisa: a mayor nivel de pobreza, menor cambio político. En el Chaco, Formosa y Santiago del Estero, el oficialismo local obtuvo aproximadamente el 60% de los votos y ellas tienen los peores índices sociales del país, en términos de necesidades básicas insatisfechas y de nivel de pobreza. 

Por el otro lado, donde sí encontramos algún indicio de cambio político, también nos encontramos con mejores indicadores sociales. Tal es el caso de Santa Fe, aunque debemos mencionar que Rosario posee indicadores sociales, educativos y culturales de un nivel alto que contribuyeron al cambio.

Es así como a peores indicadores sociales, mayor porcentaje obtiene el oficialismo; a mejores indicadores sociales, menor porcentaje obtiene el oficialismo. Esto es absolutamente público y verificable.

Por lo expuesto podemos aducir la existencia de un círculo vicioso que, lamentablemente, en el corto plazo, desincentiva a la política a tomar los riegos de un cambio profundo.

Cambiar, implica tomar riesgos. Y si esos cambios no aseguran un resultado electoral positivo en el corto plazo, el incentivo para tomar los riesgos se reduce. Por lo cual, si no se logra cambiar este círculo vicioso, es muy difícil que se produzca un cambio profundo en la política.

El segundo está ligado a la falta de participación ciudadana en el proceso electoral. En las elecciones del 23 de octubre de 2005 asistimos a la menor participación cívica desde los años treinta. Fue a votar menos del 71 % del padrón aunque el voto es obligatorio. Se registró 7% de voto en blanco y más de un 2 % de voto nulo. El voto positivo por partidos y candidatos fue del 60 %. Se puede decir que es mucho pero también es poco; porque los números igualan los obtenidos en el 2001 y el 2003. Estos datos nos dicen algo, que hay que tener cuidado con la cuestión de la participación. 

La crisis política de los años 2001 y 2002, que acompañó la crisis económico-social más grave de la historia argentina (que aún no se ha superado en el campo social) todavía tiene sin resolver el problema de la representación.

Hay dos datos más confirman lo antedicho. En la Capital Federal, el 85 % de los presidentes de mesa citados no concurrieron a cumplir con su obligación. Esto no pasa en el resto del país, porque a medida que baja el nivel socio-económico y educativo, los presidentes de mesa tienden a cumplir más, y, por el contrario, a medida que sube el nivel socio-económico y educativo, los presidentes de mesa tienden a cumplir menos. 

La razón es muy sencilla: la gente con mayor nivel educativo sabe que no cumplir con esa obligación no implica sanción alguna. Incumplir este tipo de obligación, es impune. El tercer círculo vicioso respecto al funcionamiento de la política conlleva la siguiente premisa: si la política no cambia, menos va a querer la sociedad participar de ella. Y si la sociedad no participa, menos va a cambiar la política.

Teniendo en cuenta el primer círculo vicioso (a mayor nivel de pobreza menos cambio), la gente vota más el status quo. Esto tiene múltiples razones sociales. Entre otras, está el caso de quienes reciben un subsidio, como ha sido el de jefes y jefas de hogar. Si se les preguntase por qué van a votar por el gobierno, seguramente nos encontremos con una respuesta de ésta índole: porque si viene otro, ¿quién me pone en la lista?.

Así de simple se establece, en la pobreza, una marcada tendencia por votar a quien está, porque con quien esté en el gobierno tiene algo, y si se va no sabe cómo llegar para obtenerlo.

En el Gran Buenos Aires podemos fácilmente encontrarnos con un tercio de la ciudadanía sintiendo bronca, un tercio desesperanzado y el restante tercio relativamente optimista. Si nos hallamos, de acuerdo a la segmentación social, con el hecho de que a medida que baja el nivel socioeconómico y educativo, aumenta el porcentaje de los que se sienten con bronca y desilusionados; se puede estimar que un 80 % de sus habitantes se encuentran hoy lisa y llanamente desesperanzados.

Difícilmente se logrará salir de estos círculos viciosos si no se logran cambiar dos temas centrales: el discurso y acción.

Si bien se organizan constantemente seminarios, se brindan vastos discursos y se discuten muchas cuestiones, todavía nos hallamos frente a una enorme incapacidad de acción. Y éste es un problema no menor que tiene que ver con nuestra cultura. Ortega y Gasset, filósofo, sociólogo y católico español, decía que los argentinos eran gente con un gran nivel cultural, que discuten y escriben con argumentos sólidos, pero cuando tienen que resolver problemas concretos, fracasan. 

Hace un año en esta Cátedra Abierta planteé tres cuestiones como casos muy concretos acerca de por qué el país andaba mal. Dije: Primero, tenemos casi el 40% de la población bajo el nivel de pobreza. Hoy tenemos 34% de la población bajo el nivel de pobreza (según los números oficiales), hemos avanzado algo, pero no mucho. Y si bien la economía creció el 9% la pobreza bajó menos.

La pregunta es: ¿Por qué, si la economía creció 9 %, la pobreza baja más lentamente? Si bien la pobreza bajó en referencia a Abril de 2002, cuando había un 54% de pobres, desde hace un año baja menos, y con algunos agravantes. Pero para no ir más lejos, el mismo INDEC nos informa que el 50% de los menores de 14 años están bajo el nivel de pobreza. 

Esto lo planteé hace un año y lo que pude hacer yo para solucionar esto reconozco que fue nada; estuve escribiendo o comentando, pero sin mayor resultado. 

Tomo acá, a modo de ejemplo, una reciente polémica. La diferencia de enfoque del Episcopado y del Gobierno sobre la distribución del ingreso o de la riqueza. No solamente el Episcopado tiene razón en su planteo de una abrupta brecha en la distribución de los mismos, sino que los datos nos demuestran que la situación es peor de lo que dijo.v Antes que nada, hay que diferenciar dos cosas: ingreso y riqueza. Técnicamente, no significan lo mismo, pero explicaré dónde se halla la diferencia. El ingreso se determina mediante una encuesta del INDEC, que considera lo que la gente declara que recibe por ingreso mensual. 

Entonces, uno puede decir que en abril del año 2002, la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre estaba en el orden de 44 o 45 a 1 y ahora ronda el 38 o 39 a 1 y, por ende, bajó la desigualdad en materia del ingreso. Pero hay que tener en cuenta que, en abril de 2002, no se estaban pagando subsidios y, en realidad, esta supuesta mejora del ingreso se produjo porque se le agregó el subsidio que todavía se estaba pagando. 

Ahora, en lo que concierne a la riqueza, la diferencia la remarco con el siguiente ejemplo: ¿Cuánto creció el precio de la propiedad inmobiliaria en la Argentina desde el 2002 hasta el día de hoy? El 10% más rico, dueño de grandes propiedades (que era el que ostentaba el 44 o 45 % del ingreso y hoy tiene 38 o 39 %) se enriqueció por el efecto del aumento del valor de la propiedad inmobiliaria que está concentrada, justamente, en el 10% más rico. Esto es riqueza aunque no sea ingreso declarado.

Si se agregan los depósitos argentinos en el exterior (que también es riqueza) surge una contradicción: probablemente la Argentina sea el país más desigual del mundo, en el continente más desigual del mundo. 

Este diagnóstico no es la solución, pero sí es una consideración necesaria para la misma. El 65% de los chicos de la edad primaria no va a poder cumplir con la ley de del año 2002, que establece un mínimo 180 días de clase en la escuela. Eso lo dijimos a fin del año 2004 y en el 2005 se volvió a repetir el mismo fenómeno: entre el 70 y 80 % de los chicos que van a la escuela pública no llegaron a los 180 días de clases, para una escolaridad de sólo cuatro horas por día.

Otro dato que es muy claro y de público conocimiento, fue planteado por el diario La Nación en el mes de abril de 2005. El mismo sostiene que si la Argentina tiene un promedio de 0.7 libro de texto por cada alumno, mientras que Brasil y Chile tienen 4 libros de texto por alumno, - no se trata de Japón o Alemania, sino de países de la región,- vemos que estos países financian 4 libros por alumno y siendo una cifra que representa el 0.03 % del presupuesto nacional. Pero aquí a nadie le interesa promover esto. 

Otro punto para tomar en consideración: somos el país que ostenta el récord de muertos en accidentes de tránsito, con un índice de mortalidad estimado en 10.000 personas por año. Hace un año planteé esta situación de la pobreza, del funcionamiento en la escuela pública -que es la clave a largo plazo para corregir la desigualdad- y de los muertos en accidentes de tránsito. Un año después, el crecimiento económico ya mencionado no ha incidido en la solución de fondo de los tres problemas. 

Hay algo que no está funcionando bien en el país y ese algo es la política. En esto me incluyo. No sólo me refiero a los políticos, sino la dirigencia en su conjunto. La solución depende de la acción de tres sectores o áreas: la política, el empresariado y los intelectuales, incluyendo a los periodistas y los analistas entre ellos.

Entonces, cuando miro los resultados de un año atrás, me siento muy frustrado porque, más allá de plantearlo y escribirlo, no hemos logrado nada en términos concretos. Una gran cantidad de gente tiene buenas intenciones en la Argentina y quiere mejorar las cosas, pero lo que no encontramos son formas operativas para mejorarlas realmente. Y en estos asuntos, la política es la responsable de articular la acción colectiva y reestablecer una interconexión entre los tres vértices del triángulo política, empresariado e intelectuales, como he dicho.

Ahora bien, si los intelectuales y los empresarios van a estar pensando en decir que es lo que le conviene hacer al gobierno de turno, estamos perdidos. Tenemos que asumir un debate de fondo sobre porqué en la Argentina estas cosas no están funcionando y luego llevar esta discusión al campo de la política. Porque si no lo hacemos, es muy difícil que lleguemos cambiar nuestro país.

Expirado

La educación y la generación de empleo

Diego Videla Gerente de Asuntos Institucionales del Banco Galicia, explicó las alianzas que hicieron apuntando a dos objetivos fundamentales: la educación y la generación de empleo. Esta fue su ponencia:

Hace ya cinco años que empezamos con el plan de Responsabilidad Social del Banco Galicia, que se realiza mediante alianzas con ONG’s y fundaciones. Se inició con la crisis y la post-crisis de los años 2001 y 2002. Comenzamos a trabajar con los stakeholders, con la comunidad, y con los empleados, con quienes hemos avanzado bastante con un código de ética, no sólo referido a las obligaciones del empleado con la institución, sino también a la relación del empleado con la sociedad y el cumplimiento de sus obligaciones como ciudadanos en todo sentido, sobre todo en el sentido fiscal.

Hemos trabajado con accionistas y ellos obviamente son los que más se han involucrado desde el punto de vista que cuando el banco pudo venderse no se vendió y siguió siendo un banco privado nacional. 

También hemos avanzado en el tema de los proveedores. Bastaría decirles solamente que de ninguna manera el banco trabaja con prácticas desleales. Esto es importante porque hace a las funciones también de los proveedores con la sociedad. 

Me referiré a lo que estamos haciendo con la comunidad. En los comienzos el banco tenía dos posibilidades: relacionarse directamente o indirectamente, con las ONG’s. Elegimos esta última, porque las ONG’s tienen experiencia y conocimientos muy importantes en el campo social, y las empresas tienen gestión y organización, cosa que también tienen las ONG’s, pero la empresa es básicamente gestión y organización.

En esta primera etapa hicimos alianzas y apuntamos a dos objetivos fundamentales para el país y para la sociedad: la educación y la generación de empleo, dos problemas gravísimos que vienen afectando a la Argentina desde hace muchos años. 

Nuestro programa de RSE tiene como objetivo principal, además de la educación, la cultura, que es el complemento necesario de la educación. Y lo que hemos buscado con las alianzas con las ONG´s es un mayor y mejor impacto en la comunidad. 

Banco Galicia tiene cuatro programas, dos cuales cité en esta Cátedra Abierta en su segundo ciclo, en los que hemos avanzado mucho. Uno de ellos lo hacemos con la ONG Interrupción y con la Universidad Católica Argentina y se llama: “De la gente al microemprendimiento, del microemprendimiento a la PYME y de la PYME a la exportación, a la cadena de valor”. Con esto generamos empleo, porque el microemprendimiento tiene una corta vida y muy poca gente que trabaja, y una pyme tiene, como mínimo, cincuenta empleados. Además en esta época de fuerte desarraigo de lo nacional y de la empresa, las pymes son las que constituyen no solamente una entidad empresaria importante, sino que representan algo fundamental: son las que generan la riqueza de los países y las que generan empleo. Un microemprendimeinto tiene cinco personas trabajando y una pyme como mínimo cincuenta. No digo que generemos 45 puestos de empleo, pero podemos generar por lo menos siete u ocho puestos de empleo más. 

Estamos trabajando ya en las últimas modificaciones del manual de procedimientos para pasar del microemprendimiento a la pequeña y mediana empresa. Dentro de poco, vamos a estar en condiciones de generar de un microemprendimiento una pyme.

Esto lo hacemos con Interrupción, que es una ONG de base, que rescata a la gente, y con la UCA. Tenemos dos casos concretos, uno de fanales, que ya se venden en supermercados y otro textil, que se vende a empresas textiles. 

En cuanto a la alianza con Responde, “Del desempleo urbano al empleo rural”, tenemos un proyecto de Ferrobus, que es muy importante para todos aquellos pueblos que se han perdido porque ya no pasa el tren. Hay zonas en las que si bien los trenes son deficitarios, los ramales tienen la suficiente capacidad como para que el tren vuelva. Con ese Ferrobus, que es un bus que anda por las vías y después va bajando por los pueblos, no solamente terminamos con el aislamiento, sino que también empezamos a generar riqueza con el turismo y la economía regional. Eso permite que la gente que está viviendo en el conurbano bonaerense o en la Ciudad de Buenos Aires pueda volver a su pueblo a trabajar.

Estamos trabajando con la Fundación Cimientos, que evita la deserción escolar, tema tan importante para la educación, sobre todo en el nivel primario. En este caso les prestamos servicios financieros: ellos tienen becas y nosotros se las pagamos en todo el país, a través de nuestras sucursales, a los padres o a los mismos chicos.

Con la Fundación Impulsar brindamos respuestas también al desempleo juvenil. Damos financiamiento y el know how para lograrlo. Nuestros gerentes y oficiales de todo el país junto con la Fundación dan los mejores servicios financieros y de la forma más eficiente. 

Esa es la función que mencionaba al principio: la tarea que sabe hacer un banco es financiar, ver cómo se aprovechan mejor los fondos y la gestión, y las ONG’s hacen el resto. Y de ahí la importancia de las alianzas de las ONG's con el banco.

Las alianzas son fundamentales para poder trabajar mucho mejor en la gestión y que esto sea alcanzable, ya que si no hay un trabajo de equipo, como en toda empresa o como todo en la vida, no se puede avanzar. 

Además, lo que hemos deducido en estos cinco años de nuestro programa es que la RSE es parte del negocio. No cuenta solamente lo que uno hace en la empresa. Lo que hoy se trabaja con la comunidad, en el futuro le va a volver a las empresas. 

Doy un ejemplo. Si consiguiéramos que, con nuestro plan interno, los empleados, y los proveedores también, cumplieran con sus actividades fiscales no solamente habría un superávit fiscal real sino que habría muchos más recursos para dar a la comunidad. Parte del negocio sería que los que pagamos impuestos pagáramos menos impuestos. Fíjense como ya es parte del negocio.

Creemos firmemente que la educación sin materias humanísticas, tales como, filosofía, teología, sociología, no sirve; por más títulos que tengamos si no tenemos una formación humanística, no sirve. En un ciclo que el banco desarrolló, con el título “La Argentina posible”, el entonces Rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Dr. Jaime Etcheverry, decía, refiriéndose a las carreras de grado, que hoy, al cambiar tan rápido todo en el mundo, al terminar una carrera, la realidad no tiene nada que ver con la que existía cuando se empezó, porque la carrera fue superada. Lo que le queda al graduado es el respeto, es la vocación, es la formación. 

Una carrera da un título, un reconocimiento, pero si ustedes me preguntan qué me acuerdo de mi carrera, les contesto que nada. Pero recuerdo la formación que tuve para poder trabajar y para enfrentar la vida. Hablamos de la falta de respeto al maestro, de los padres cuando se les dice aprobé una prueba pero no les importa cómo se logró eso, y es realmente grave lo que está pasando en la educación argentina. Creo que todos debemos contribuir a que esto mejore. Por eso el banco cree que la educación necesita una formación humanista muy fuerte; si no vamos a seguir como hasta ahora, porque los problemas argentinos no son económicos, sino de educación y de cultura.

En cuanto a la cultura, trabajamos en cuatro aspectos: en artes visuales, apoyando a los más jóvenes, en patrimonio histórico, en literatura, y en música y ballet. Esto también es parte de la educación, de su solidificación. 

Con la alianzas que realizamos estamos contribuyendo a que la educación, que la cultura, complementen nuestro programa de RSE, porque de nada vale implementar normas, medidas, códigos de ética, si una persona no las entiende, y para entenderlas necesita una formación, que hoy en la Argentina, lamentablemente, no se está dando y nunca se dio. Y los resultados están a la vista.

Expirado

Valores cívicos y compromiso ciudadano

Fernando Laborda es periodista, Licenciado en Ciencia Política, Jefe de Editoriales y columnista político del Diario La Nación, Director de la Carrera de Ciencia Política de la Universidad de Belgrano y conductor del programa de TV “Cuarto Poder”. Esta es su ponencia en la Cátedra:

Hace aproximadamente un año, en este mismo foro y en un encuentro de similares características a éste, se habló de las paradojas o contradicciones de una sociedad civil que no hacía mucho reclamaba que se fueran todos y que después terminó apoyando en las urnas a gran parte de los mismos; se mencionó también que la Argentina era uno de los países con más elevado índice de muertos en accidentes de tránsito, pese a lo cual todavía la ciudadanía se seguía resistiendo a medidas elementales como utilizar el cinturón de seguridad, y finalmente se señaló que nuestro país era uno de los que menos días de clase tenía como consecuencia de las recurrentes huelgas, a pesar de lo cual los padres de los alumnos estaban entre los primeros en oponerse a recuperar esos días en el verano. 

Es probable que nuestra sociedad no haya evolucionado demasiado en varios de esos aspectos en el último año. Al menos en el terreno político, hasta incluso podemos dar cuenta de algunos retrocesos. 

El clientelismo y la vieja política

Sólo por citar un ejemplo, advertimos que el contundente resultado electoral de la provincia de Buenos Aires, registrado el 23 de octubre último, no sólo premió a una figura política que se negó a cualquier debate, que no concedió una sola entrevista a medio de comunicación alguno y que ni siquiera fue a votar (violando un deber ciudadano elemental, quizá porque tenía que hacerlo en un distrito distinto de aquél en el cual se postulaba). También premió a la vieja forma de hacer política, a pesar de los contundentes documentos periodísticos previos al acto eleccionario que demostraron que los estilos y las estrategias a la hora de captar voluntades políticas en las zonas más empobrecidas del conurbano bonaerense no diferían entre los supuestos cultores de la nueva política y la vieja política. 

En la última campaña electoral bonaerense, vimos con claridad cómo las tradicionales bolsas de alimentos y los beneficios derivados de los planes sociales comenzaron a ser complementados con nuevas formas de clientelismo, tales como la entrega de electrodomésticos o de cheques sobre cuentas del Senado provincial en las barriadas más humildes. 

En eso pareció consistir la tan pregonada reforma política. Cambiaron las formas, no el fondo de la cuestión. La prebenda continuó; apenas cambiaron los enseres que se entregaban a cambio del voto. Y la nueva política no quedó más que en un eslogan de campaña, vacío de contenido. 

Debemos insistir en que la vieja política no es una denominación vinculada con razones generacionales. Representantes políticos de diferentes generaciones han merecido este rótulo, que se relaciona con la atribución de malos hábitos que establecen patrones de comportamiento político. 

Ejemplos de estas conductas irregulares son el fenómeno del clientelismo; los subsidios a cambio de votos o de colaboración con el partido; los puestos públicos para los “amigos” o los beneficios de planes de “empleo” que no exigen contraprestación laboral alguna y se otorgan arbitrariamente; los aparatos partidarios financiados con fondos públicos encubiertos y las campañas proselitistas poco o nada transparentes. 

Los malos hábitos que se repiten en el tiempo se transforman en vicios, que en muchos casos pasan a ser asumidos como hechos naturales y defendidos en forma corporativa. Convertidos en costumbres, se encadenan en un sistema, apoyado en un conjunto de procesos espurios y en la acción de personas con un cierto grado de independencia recíproca, que se traduce en intercambios de favores, dádivas, privilegios, protección e impunidad. Así, los representantes de la vieja política sobreviven pese al descrédito que ésta tiene en la mayor parte de la sociedad. 

Volviendo al caso bonaerense y a la última campaña electoral, no se trata de cuestionar la ayuda desde el Estado a familias que puedan vivir en la indigencia, sino su utilización política y la peyorativa consideración de los más pobres como masas disponibles dispuestas a venderse al mejor postor en el poco transparente mercado electoral. Y se trata también de cuestionar el nulo castigo electoral hacia esa metodología, aplicada al menos por dos fuerzas políticas que reunieron alrededor del 65 por ciento de los votos en los comicios legislativos. 

Cuando el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, intentó justificar aquel proceder, dijo: “Me encantaría que entendamos que el Estado debe asistir a los que lo necesitan. Lo hemos hecho en absoluto silencio desde el primer día”. De esa manera, dio a entender, a título de defensa, que se estaba operando de esta forma desde bastante tiempo antes de que comenzara la campaña proselitista. Lo que no tuvo en cuenta en su explicación fue que uno de los principales cuestionamientos a esta clase de políticas asistencialistas es la falta de transparencia y que el silencio siempre puede despertar las peores sospechas. 

Falta de transparencia e imperio del silencio

Aquí quisiera enfatizar dos cuestiones en las que, a mi juicio, estamos retrocediendo. Esas dos cuestiones son, precisamente, la falta de transparencia y los intentos por silenciar a los que cuestionan. 

Y voy a remitirme a unos pocos ejemplos: 

1) En plena campaña electoral, surgió a través de la prensa el debate acerca de si debía el conjunto de la ciudadanía pagar los costos del empleo del avión Tango 01 o del helicóptero presidencial cuando éstos eran utilizados para trasladar al Presidente, a la primera dama y a su comitiva a actos que formaban parte de la campaña electoral. ¿No deberían correr esos gastos por cuenta del Frente para la Victoria? El tema no es para nada menor. Por un lado, porque el artículo 261 del Código Penal establece severas sanciones –reclusión o prisión de dos a diez años e inhabilitación absoluta perpetua– para “el funcionario que empleare en proyecto propio o de un tercero trabajos o servicios pagados por la administración pública. Por otro lado, el tema no era menor porque en otros países, como los Estados Unidos, funcionarios de alta jerarquía han sido obligados a pagar de su bolsillo llamadas telefónicas realizadas desde la Casa Blanca con fines electorales. Lamentablemente, desde el oficialismo, una vez más, no se dio el ejemplo. Y lo que es más grave, algunos de sus representantes, como la senadora Cristina Fernández de Kirchner, decidió no perder tiempo en explicaciones y se limitó a señalar que, frente a cuestionamientos de esa índole, había que “poner la otra mejilla”. 

2) Los famosos Adelantos del Tesoro de la Nación (ATN), que repartía el gobierno de Carlos Menem a las provincias en función de criterios electorales no desaparecieron. A lo sumo, se transformaron en las partidas presupuestarias que reasigna el actual jefe de Gabinete gracias a los “superpoderes” que le delegó el Congreso de la Nación. Nada se pierde. Todo se transforma. ¿En qué se diferencia el presidente Néstor Kirchner de sus antecesores en esta materia? Probablemente, en que su gobierno hace estos manejos administrativos con un superávit fiscal que seguramente envidiarían sus antecesores. 

3) La nueva ley de coparticipación federal sigue siendo una asignatura pendiente desde la reforma constitucional de 1994, pese a que la Constitución estableció que debía ser sancionada antes de fines de 1996. Del mismo modo, los decretos de necesidad y urgencia continúan fuera de control y hace rato venció el plazo constitucional para crear una comisión parlamentaria que debería reglamentarlos. A nadie parece preocuparle que no se cumpla la Constitución. 

4) Este año se perdió la oportunidad de avanzar en una Ley de Acceso a la Información. Cabe recordar que esta iniciativa había sido aprobada por la Cámara de Diputados el 8 de mayo de 2003. Era un proyecto que tuvo la virtud de haber sido precedido por numerosas consultas con académicos, empresarios, hombres de prensa, organizaciones no gubernamentales y especialistas del extranjero. Pero el 1° de diciembre de 2004, el Senado le introdujo peligrosas modificaciones, tales como la obligación de los ciudadanos de especificar los motivos para solicitar información; el carácter de declaración jurada del formulario que debía completar para acceder a ella; la fijación de aranceles para acceder a la información, entre otras. 

Al respecto, cabe preguntarse, cómo es posible que al día de hoy no podamos conocer los fundamentos de una resolución del juez de Santa Cruz que archivó la causa judicial por la fuga de fondos de esa provincia al exterior. 

Dos conclusiones

Tras analizar todos estos casos, uno puede preguntarse si acaso las cuestiones éticas en la política le importan a la ciudadanía. Si así fuera, ¿por qué se premia a un partido oficialista que ha hecho del clientelismo, de la falta de transparencia y del imperio del silencio prácticas frecuentes? Quizás el problema radique en que buena parte de la sociedad no percibe que la mayoría de los dirigentes que hoy aspiran a liderar la oposición vayan a actuar de manera diferente de quienes hoy nos gobiernan. Podría ser ésa una primera hipótesis. 

Personalmente, adheriría a una segunda hipótesis, sin descartar por eso la primera. Esta segunda hipótesis se vincula con una particular cultura política, basada en una vieja tendencia a preferir liderazgos fuertes, aun con reminiscencias caudillistas y aun cuando sus tentaciones hegemónicas a veces socaven a las propias instituciones. En otras palabras, los argentinos todavía preferimos tener gobernantes fuertes, antes que instituciones sólidas.

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