Expirado

Cultura tributaria y Responsabilidad Social
 
Alberto Abad, ex Administrador Federal de Ingresos Públicos de la Argentina expuso en la sesión que se realizó en el Auditorio Santa Cecilia de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Esta es su ponencia: 


Si tuviera que elegir un espacio para hacer una reflexión respecto de lo que entendemos que es una agencia pública en la Argentina de hoy, no tendría ninguna duda de que este es el espacio más importante y más significativo, porque como se dijo es un Foro Ecuménico y Social, o sea junta el ecumenismo, junta la posibilidad de analizar los temas desde distintas versiones, desde distintas lecturas y de distintas creencias, y además hace foco en lo social.

Siempre pensamos que la actividad de la administración tributaria, si se la mira con cierta miopía puede entenderla como un ejercicio de tecnicalidades impositivas, aduaneras y de la seguridad social. Si en realidad tomamos un poco de distancia y la miramos desde el Foro Ecuménico, vemos que en realidad es una herramienta estratégica para cambiar comportamientos, para cambiar climas, para empezar a salir del monólogo al diálogo, y que es una manera de empezar a corregir los errores. Los comentarios que voy a realizar vienen desde la humildad, son primeros pasos, son esbozos para retomar el diálogo y corregir los errores, pero son muy importantes. Creo que es un momento también en el que tenemos que recuperar la autoestima, porque sin autoestima es muy difícil salir de las situaciones de crisis. Lo que les vengo a contar en alguna medida es cómo está recuperando la autoestima una organización de veinte mil personas, que tiene un trasfondo, mirándolo históricamente, difícil.

Articularé la presentación en tres capítulos:

1) Mirando el contexto; 2) Revisando el modelo y 3) Los primeros resultados del diálogo.

¿Porque mirando el contexto? Porque no podemos entender nada de lo que sucede si no tenemos la capacidad de tener dos cosas: 1) una visión en 360º y 2) una visión que incorpore lo global como dato central. 

Hoy la globalización, la mundialización, es una realidad. Estamos en el mundo de la modernidad líquida y si uno no la entiende no puede administrar esa famosa tensión entre la globalización y la identidad de los pueblos, que es el problema que está en discusión hoy. Porque hoy la mundialización lo que esta poniendo en duda es la idea del Estado-nación, porque las fronteras prácticamente están desapareciendo. Cuando desaparecen las fronteras se desvanece el territorio y cuando se desvanece el territorio la idea de Nación tiene serios problemas. Entonces me parece que esta lectura del contexto es para tomar algunos datos y también ponderar quiénes somos y dónde estamos. Revisando el modelo es un intento de corregir los errores, es decir, cómo estamos nosotros revisando el modelo de comportamiento de la administración tributaria respecto de los ciudadanos. Y en tercer lugar este diálogo en mayor o en menor medida genera algunos resultados que nos entusiasman en este proceso de reestructurar la relación Estado-Sociedad civil, que creo que de eso se habla mucho en este contexto del Foro.

La mirada del contexto la tomé sobre cuatro aspectos, que representan los temas que a todos nos preocupan y nos interesan: la desigualdad; la concentración de la riqueza; la informalidad y la Sociedad del conocimiento.

Es importante partir de la desigualdad, porque es el telón de fondo con el cual tenemos que encarar todos el tema y fundamentalmente quienes estamos en el sector público. El gráfico de la copa de champagne en la Argentina, relativo a la distribución de la riqueza, muestra que 20% de los más ricos tiene el 53 % de los ingresos y gana 14 veces más que el 20 % más pobre, y 20% de los más pobres tiene el 3,8% de los ingresos. Ahora veamos la copa nuestra con relación al mundo. El mundo es más desigual que la Argentina.

En el mundo, 20% de los más ricos tiene el 75% del ingreso, 85% de los ingresos del decil más rico está en manos de los paises de la OCDE, y 20% de los más pobres tiene el 1,5% del ingreso.

O sea que hay una gran concentración de la desigualdad en el mundo y una concentración brutal de la riqueza en la OCDE. Este es el mundo en el que vivimos. 

En el gráfico de la concentración de la riqueza vemos una especie de dialéctica entre el dato local y el dato internacional. El coeficiente de Gini mide la desigualdad: cuanto más se acerca a cero más igual es la sociedad, cuando más se acerca a uno más desigual lo es. La evolución de ese coeficiente Gini en la Argentina desde el 2003 hasta el 2006 muestra niveles altos, pero la línea de tendencia muestra una declinación de la desigualdad en el país. Veamos el dato de la mundializacion, con información que produce Merryl Lynch, que atiende las finanzas de los millonarios, o sea de las personas que tienen más de un millón de dólares. Ellos reciben ese dinero y lo colocan; entonces al ser grandes administradores de esas carteras tienen información. Lo que pasaba en el 2005 en el mundo era que 8.700.000 personas tenían riquezas colocadas en el mercado financiero por 33 trillones de dólares. Al verlo en el tiempo la cantidad de personas creció en un 6.5 % , en el 2004 había 8.200.000, y la cantidad de riqueza aumentó en un 8.5 %. O sea que 33 trillones de dólares que tienen 8.700.000 personas representa el 75% del Producto Bruto Mundial; es el 95 % del PBI de los países de la OCDE, y es 13 veces el PBI de América Latina y las islas del Caribe. Entonces el mundo no solo es desigual y inequitativo, sino que está fuertemente concentrado.

El otro tema es la cultura de la informalidad, cómo nos comportamos respecto de lo que sucede, y aquí vamos a hacer el juego entre las pampas chatas (nosotros) y algunos datos del mundo. Nosotros ya hicimos una encuesta -es el tercer año que la hacemos- y da sistemáticamente resultados. Tomamos algunos comportamientos: falsear la declaración jurada, comprar algo robado, contrabandear, no pedir factura, emplear en negro o evitar multas. Se les pregunta a los argentinos qué grado de frecuencia tienen en el comportamiento informal. En promedio entre un 75 % y un 86 % dice que frecuentemente tienen estos comportamientos informales. Nosotros no creemos que sea tan grande. Es típico de los argentinos proyectar la culpa en los otros. Cuando contestan muchos de ellos están pensando en lo que creen que hacen los demás. Entonces cuando les preguntan si emplear en negro es lo habitual, dicen el 86% que sí, pero quizá no por lo que hace el entrevistado sino porque tenemos una tendencia muy bien desarrollada de la coartada para depositar lo malo en el otro. Entonces se está pensando que la gran mayoría de los otros toman empleo en negro.

También hay otra informalidad globalizada: los paraísos fiscales, por ejemplo. Se trata de países en los cuales van empresas, se instalan y prácticamente no les cobran impuestos. Esas empresas se instalan ahí para hacer sus operaciones. Los fondos no registrados los llevan a esos paraísos fiscales y desde ahí actúan. O sea, son refugios para incumplidores en el cumplimiento de sus obligaciones impositivas y son refugios adonde van fondos non sanctos.

Los ciudadanos del mundo tienen 11 trillones de dólares depositados en esas jurisdicciones y de ellos los norteamericanos (según un estudio del Senado de los EEUU) tienen un millón. Acá hago una primera correlación: es muy probable que una tercera parte de esos 33 trillones de dólares que tienen esas 8.700.000 de personas estén en los paraísos fiscales; si no ¿adónde tienen el dinero? O sea que también hay una informalidad de alto vuelo, globalizada. En EEUU se evaden impuestos por entre 40 y 70 billones de dólares en operaciones de este tipo. Las islas Caimán, que son un paraíso fiscal, constituyen el quinto centro financiero del mundo, en la cual hay más bancos que en prácticamente todos los países del mundo. Enron, que es el paradigma de cómo una empresa puede incumplir asociada con los asesores contables, jurídicos, financieros, y los bancos de inversión, por una rara casualidad tenía 440 empresas instaladas en las Islas Caimán, aunque no operaba desde allí. Cuando alguien pone una empresa en las islas Caimán no opera desde allí, no compra, no vende, no fabrica, lo único que tiene es un lugar ahí, en el espacio infinito, desde el cual puede hacer informalidad de alto vuelo.

Hablando de la informalidad mundial, otro tema central es la falsificación marcaria. Hoy el derecho de propiedad está en crisis, todo el mundo fabrica las remeras Polo, los cigarrillos X, y ya no se sabe qué es falso o verdadero porque hay algunos países en Asia y en la propia América Latina que se dedican a producir esa mercadería falsa, a distribuirla y a venderla. Se estiman ventas por 500 mil millones de euros en mercaderías falsas. Para que tengan una idea: cada tres CD que se venden, uno es pirata; cada 16 relojes suizos legítimos que se venden, 40 son de imitación. Está en crisis el derecho de propiedad intelectual.

Todos estos fenómenos de contexto hay que tenerlos de referencia cuando nos preguntamos porqué existe la “Salada”, la cual es una repuesta a un proceso de mundializacion que necesita que parte de lo que se hace falso se distribuya y se venda en todo el mundo. Si van a Europa, por Venecia, por Londres, se van a encontrar con senegaleses que andan corriendo, vendiendo las carteritas de Louis Vuitton, y la policía que los sigue. Veamos nuestras máculas en el contexto internacional; no es coherente, ni serio, decir que “mal de muchos es consuelo de tontos”. Con esto no quiero decir que nos justifiquemos, sino que la globalización ha generado procesos de putrefacción o de erosión de los valores que están circulando transversalmente por todo el mundo.

Este Foro Ecuménico necesitaría tener una agencia internacional para discutir todos estos temas, porque estamos recibiendo, alimentando y retroalimentando un problema que es mundial.

Hay una especie de neutralizador de todo esto: Internet, no como tecnología, sino como símbolo del conocimiento, como posibilidad de acceder a la cultura, a fenómenos que prácticamente eran imposibles de entender en otro momento. No olvidemos que después de la imprenta el fenómeno de Internet es el más importante en el desarrollo de la sociedad. Internet nos está cambiando la manera de entender, de conocer y de vivir el mundo. También Internet tiene derivaciones que no son las más adecuadas, pero su uso inteligente ha generado una sociedad del conocimiento que antes era impensable. 

¿Qué pasa en la Argentina? La Argentina está entrando fuertemente en el mundo de Internet. A septiembre del 2006 había 13 millones de usuarios. Pero la contracara es la brecha digital, ya que solo accedemos a Internet los que estamos en la Capital Federal y en las grandes ciudades. Hay que democratizar Internet para hablar de una sociedad del conocimiento. Se trata de una herramienta estratégica. Lo que está sucediendo en el mundo es terrible. China, India, todavía no han entrado masivamente a esto. Algunos dicen que dentro 10 o 15 años de la cantidad de mails que circulen en el mundo la mayoría van ser chinos. Ellos son 1300 millones, y en el mundo hay 6500 millones; India tiene 1000 millones más. Entre India y China son 2300 millones de personas que están entrando fuertemente a esto. Fíjense que en 1995 había 16 millones de usuarios en el mundo, en el 2005: 1000 millones, y para el 2015 va a haber 2000 millones. 

Esto no es trivial, porque cambia todo: las relaciones familiares, los mecanismos de acceso al conocimiento, la posibilidad de hacer el gobierno electrónico. 

Esto hay que entenderlo, procesarlo, administrarlo. El desafío no es negarse a la tecnología, sino manejar la tecnología con fines sociales. Este me parece que es el punto. 

Revisando el modelo

Revisando el modelo ¿qué pasa con la administración tributaria? Es una agencia central. Los franceses dicen que el pacto de mantenimiento de la democracia se soporta sobre la cultura tributaria, que es una derivada del pacto social. Cuando el hombre decidió vivir en sociedad aceptó que para poder tener una serie de situaciones como un Estado, un territorio definido, educación, salud, etc, tiene que dejar algo de lo suyo; esta parte o algo de lo suyo genéricamente es el impuesto. Como dice el presidente de la Corte Suprema sueca: “Cuando pagos mis impuestos, pago civilización”. La verdad es que la mayoría de nosotros no pensamos eso.

Nuestro objetivo, en la nueva cultura tributaria, es que nos acerquemos lentamente, sin prisa pero sin pausa, a esa idea. En este camino de corregir los errores tenemos una nueva mirada en la administración tributaria, que traté de reflejar en un gráfico. La administración tributaria es sintéticamente una interfaz entre las normas y la sociedad. ¿Cuáles son las normas? Las leyes de los impuestos, el sistema aduanero y la seguridad social. Deben pagar un aporte en la seguridad social los trabajadores y las empresas; si no, no tenemos jubilaciones. 
Todo este sistema normativo afecta a la sociedad y la administración tributaria es una interfaz entre estas dos cosas ¿Qué significaba esto en el sistema que yo llamo tradicional? Las normas se derivaban en obligaciones de la sociedad. Nosotros somos funcionarios públicos y veíamos a cada uno de ustedes como contribuyentes. Este es el modelo que hay que convertir. Esta es la lógica del pasado: pensar las normas como obligaciones, pensar a la sociedad como un conjunto de contribuyentes y nosotros vernos como funcionarios públicos. La nueva mirada quiere otra cosa, ¿qué es lo que queremos nosotros? Agregarle a las normas el concepto de derechos. Los contribuyentes no sólo tienen obligaciones: tienen derechos y obligaciones. Cuando hablamos de derechos y obligaciones, ya no pensamos en los contribuyentes, pensamos en los ciudadanos. El otro salto que tenemos que dar nosotros es pasar del contribuyente al ciudadano, porque “contribuyente” evoca obligaciones. Cuando se dice la palabra ciudadano se dice “derecho”. 

Estamos tratando de pasar de la obligación a los derechos, y de los contribuyentes a los ciudadanos. Y lo más importante es el cambio nuestro de funcionarios públicos a servidores. El funcionario público es el que cumple la ley y se siente satisfecho cuando la cumplió. Nosotros creemos que cuando el funcionario cumplió la ley hizo nada más que su obligación, pero tiene que hacer más, tiene que agregar un valor. 

Eso es lo que también se está discutiendo ahora como Responsabilidad Social Empresaria. Cuando hablamos de ese tema decimos que una empresa por el mero hecho de pagar los impuestos, darles salud a sus trabajadores o condiciones de trabajo, no está haciendo RSE. Está cumpliendo con la ley, pero eso no es RSE, sino mero cumplimiento de la ley. 

Tener una nueva mirada es salir de esta lógica de la coacción, la idea de que el Estado está arriba y el ciudadano dos metros más abajo, la idea de que el Estado siempre tiene capacidad de coacción. El Estado tiene que ser una usina de convicción, y con el ejemplo, con el comportamiento y con la convicción llevar a que cada vez más el sistema normativo se cumpla con una idea de compromiso social, y no por una imposición que nos viene dada de afuera sin ningún tipo de razonamiento que la justifique. 

Esto obviamente es un largo desafío, que nos va a llevar muchos años, porque es un cambio de cultura. No hablamos solamente de la cultura tributaria de los ciudadanos, sino de nuestra cultura tributaria. A veces la administración tributaria se acerca más a ser una fuerza de seguridad que a ser una agencia pública. Lean los diarios y se van a encontrar muchos ejemplos de inmiscuirse en la vida de los ciudadanos que no tenemos ningún derecho por la mera situación de tener que cobrar los impuestos, o controlar el comercio exterior, o ver los recursos de la seguridad social.

Esta nueva mirada, este principio de corrección, es un objetivo a largo plazo. Nos falta un largo camino a recorrer, pero yo les quiero contar algunos ejemplos para ver si nos acercamos en alguna medida a esto. 

Hablamos sobre lo que pasa en el mundo, sobre la nueva mirada y ahora sobre los hechos. Es como se tiene que tratar de demostrar una tesis. Con la idea de la nueva mirada, recordando los derechos y las obligaciones, lo primero que estamos tratando de hacer es recordarle a los ciudadanos sus derechos. Para eso tenemos tres herramientas que están funcionando: 1) la responsabilidad del contribuyente; 2) las consultas sobre inspecciones; 3) el servicio doméstico.

Empezando con la primera, hoy hay 400 defensores en todo el país. Cada agencia y cada aduana de la Argentina tiene un funcionario identificado como tal, al cual el ciudadano cuando tiene un problema, una denuncia, un maltrato o lo que fuera, puede ir presentarse. Tiene un cartel que identifica quién es y en qué lugar esta ubicado. Primer le recordamos al ciudadano que tiene derechos, y que los haga cumplir. Hay una persona de AFIP que está en cada uno de esos lugares, que es responsable. Puede hacerlo presencialmente, telefónicamente o por Internet. Hoy el 85 % de los casos que nos presentaron están resueltos. 

Otro tema: consulta sobre inspecciones. Esto es estratégico. Antes cuando una empresa o una persona era fiscalizada, nunca sabía cuando terminaba la fiscalización, y el fiscalizador se quedaba un año, dos años o tres años. Nosotros hicimos un sistema por Internet por el cual todos los ciudadanos pueden entrar con su clave fiscal y comprobar esto: primero, la identidad del inspector, saber si el señor que le dice yo soy José García de la AFIP, es José García de la AFIP o es José García vivaracho que no tiene nada que ver con la actividad que está desarrollando; segundo, puede ver por Internet el nombre del inspector y el nombre del jefe del inspector, puede saber la situación de la fiscalización: si está demorada, si estamos esperando alguna información, si hay alguna medida cautelar de la Justicia, y además después de que ve todo eso le aparece una ventanita, y si no le conforma eso nos puede mandar un mail haciendo sus observaciones, y el jefe del inspector tiene la obligación de darle una entrevista dentro de los 10 días. 

O sea , nos hemos abierto a que cada empresa o cada ciudadano que está sujeto a un proceso de fiscalización pueda saber la situación y expresar sus dudas o sus comentarios si considera que esto es oportuno. Esto es muy reciente y ya tenemos mil consultas por mes. O sea, hay mil personas y empresas que entran a ver qué pasa con su fiscalización. Esto es transparencia para el ciudadano y es control para nosotros, porque nosotros somos 20 mil personas, y no podemos saber que está haciendo cada uno de los inspectores que esta recorriendo a lo largo y a lo ancho el país. Esto es Internet, la sociedad del conocimiento. Si no tuviéramos esta herramienta, esto sería impensable. Internet puede ser utilizada como una herramienta muy útil para la transparencia y para el control.

El tercer caso es el servicio domestico. Esta es la criatura que nos ha dado más satisfacciones. En la Argentina hay aproximadamente 900 mil señoras o señoritas y caballeros, porque esto incluye a los jardineros y mayordomos, que están realizando trabajos en casas de familia, donde en la mayoría de los casos la personas que le da el trabajo es porque sale a trabajar, y cuando va al lugar donde trabaja esta persona es una acérrima defensora de sus derechos. Si en la empresa donde trabaja no le pagan el aguinaldo en término, no le dan la seguridad social, la obra social no le contesta, hace un escándalo. Ahora en su casa la persona que hace lo mismo no es una trabajadora, es una señora que le ayuda; entonces el salto cualitativo en sí es: no le hagas el monumento, ponela en blanco, porque el monumento es buenísima: me quiere, me cuida a los chicos… Este es un problema de compromiso y de cumplimiento con la ley, no por coacción sino por convicción. 

Ha sido así: hablar con periodistas, hablar con fundaciones, instalar el tema. En 2005 había 58 mil señoras que estaban en blanco; hoy tenemos 240 mil. Aumentó en un 315 %. Este es un ejercicio gigantesco de educación tributaria, sin necesidad de ir a las casas a golpear las puertas, o a ponernos en la puerta del country a ver si la señora está en blanco o en negro, sino solamente apelando a la solidaridad social, apelando a lo que apela este Foro Ecuménico Social. De todas maneras hay un largo camino a recorrer, tenemos que llegar a las 800 mil personas, porque hay muchos lugares adonde todavía este discurso y esta realidad no penetra. Así que les pido que sean socios de nosotros en este proyecto.

El otro tema son los ciudadanos. Cuando recuperamos a los ciudadanos nos recuperamos a nosotros, los funcionarios, los servidores públicos. Aunque parezca mentira también los que trabajan en AFIP son ciudadanos. Para esto tenemos tres programas: uno, el de educación tributaria, que es central, estratégico, de largo plazo y es el eje filosófico conceptual de todo esto. Si esto no funciona, todo lo demás se cae, porque la informalidad que veíamos antes con esos indicadores es un problema cultural. Cuando algo es cultural, quiere decir que se incorporó en el mecanismo de acción y de respuesta del ciudadano, y la única manera de cambiar mecanismos de acción y de respuesta erróneos es la educación. La única manera de darle una solución en el largo plazo es la educación. 

¿Qué queremos hacer con la educación tributaria? Formación en valores, la idea de ciudadanía fiscal, o sea, tenemos derechos pero también tenemos obligaciones. Lo público es de todos y hay que cuidarlo, y los derechos existen si tienen financiamiento. Esto es un dato tan elemental pero parece que no lo entendemos los argentinos. La Constitución dice: le garantizamos a los argentinos salud, educación, justicia, seguridad, medio ambiente razonable. Ahora, ¿cómo se garantiza la educación? Teniendo fondos para mantener las escuelas y pagar las universidades ¿Cómo se garantiza la salud? Manteniendo los hospitales. O sea que detrás de cada derecho está su financiamiento. Si eso no lo entendemos desde chiquitos vamos a tener problemas. También en el financiamiento está la transparencia de los funcionarios en el cuidado de los fondos que se ingresan y en su aplicación.

Otro tema muy importante es que hoy todas las personas que trabajan en relación de dependencia pueden ver por Internet su recibo de sueldo y comprobar si el empresario, el empleador, lo que le retuvo lo depositó o no. Esto es participación ciudadana en el proceso de control, ya que hay 5.500.000 personas que pueden ver si los aportes que les retienen se depositan o no en los bancos, si van a la salud, a la AFJP o a la jubilación.

Ya tuvimos 5.240.000 consultas, o sea que más de 5 millones de personas entraron por Internet a ver esto. Internet es para nosotros una herramienta espectacular de conexión con el ciudadano.

Otra cuestión es que nosotros tenemos que rendir cuentas a la ciudadanía. Desde 2002 todos los años hacemos un informe de rendición de cuentas, se lo enviamos a unas cinco mil y lo distribuimos también en agencias y aduanas. Queremos que la gente sepa claramente qué hicimos, cómo manejamos nuestro presupuesto, cuáles fueron las actividades, las inversiones, las cosas nuevas, nuestra posición respecto a algunos temas, como por ejemplo el tema de los paraísos fiscales. Es una devolución mínima que tenemos que hacer nosotros a la sociedad.

Y en cuanto a la conversión de funcionario en servidor público, estamos aprendiendo a servir, estamos aprendiendo a que nuestro rol no sólo es controlar sino prestar servicios. Los centros de servicios son una herramienta importante. Estamos creándolos en los lugares más alejados. Hacemos todo por Internet, pero en Formosa no hay Internet. Entonces abrimos un lugar y le pusimos conectividad, computadoras gratis, y nuestra gente le ayuda a los ciudadanos de esos lugares a entrar por Internet. Esta es una manera de bajar la brecha digital, porque el que no accede a Internet está desconectado del mundo. Si no achicamos la brecha digital, en vez de democratizar seguimos dividiendo a la sociedad. 

Hoy todas las PYMES pueden presentar su declaración jurada. Se la hacemos nosotros por Internet, y no tienen ni siquiera que prepararlas ellos. Directamente con un clic entran automáticamente a la AFIP. Esto es el gobierno electrónico. Por último, el mostrador virtual. Esto también es Internet puro. Este año recibimos 23 millones de declaraciones juradas por Internet. La gente puede preparar la declaración jurada un sábado a las tres de la tarde desde su casa sin tener que ir a una agencia; el 85% de la recaudación entra por Internet. Envían la declaración jurada y pagan por Internet, y estamos haciendo facturas electrónicas. Son todas actividades que están operando los siete días de la semana, las 24 horas . Les queremos mostrar algunos resultados del diálogo.

Con esta visión nueva, y con todos estos cambios que queremos hacer, creemos que la sociedad ha respondido: en el año 2002 la recaudación fue de 50.000 millones de pesos, y en el 2006 fue de 150.000 millones. Se triplicó entre el 2002 y 2006. La idea de cambiar el enfoque, de ir por el lado de la convicción, de ir haciendo educación tributaria, de dialogar en vez de ordenar y de acercarse y de horizontalizar la relación entre las agencias públicas y la sociedad civil, también se ve en estos resultados.

En cuanto a la recaudación respecto del producto, pasamos del 16 % al 23 %. Esto quiere decir que hay mayor cumplimiento voluntario porque crece la economía pero la recaudación crece más que la economía, o sea que hay menos gente que evade. En el caso del IVA, habíamos llegado en el año 2002 a un 35% de evasión, y ahora estamos en un 23 % y seguimos bajando. En el año 2002 había 346.000 monotributistas que pagaban sus cuotas, en el año 2007 tenemos 1.272.000. En alguna medida esto contradice la encuesta del comportamiento informal. Por eso tenemos una visión distinta.

Aprendimos que los contribuyentes no son evasores sino personas que tienen problemas, y la gente prefiere estar en la formalidad que estar en la informalidad. El mecanismo es que seamos lo suficientemente inteligentes quienes tenemos que trabajar en esto para darles el vehículo, el camino, el puente para convertirse de informales a veces por obligación o por necesidad en formales. Obviamente no hablo de los delincuentes, que tienen que tener otros tratamientos. Pero el 90% de la sociedad quiere vivir en paz con sus compromisos

Expirado

El diálogo en la construcción 
de la paz social

 
Monseñor Oscar Ojea, como Obispo Auxiliar del Arzobispado de Buenos Aires, dijo que es indispensable, especialmente a través de los pequeños grupos, de las comunidades, apostar al ensayo continuo del diálogo. Esta es su ponencia: 


Quería transmitirles mi preocupación de estos primeros meses de Episcopado; hace muy poquito que soy Obispo, y algunas cosas que pude experimentar con la gente de la Vicaria Centro. Vivimos una violencia que respiramos continuamente, a veces en forma inconciente. No hace falta leer los diarios todos los dias los acontecimientos que hacen a la seguridad personal o colectiva para darnos cuenta que tenemos una enorme violencia contenida y muchas veces explícita.

La Argentina en este momento es el país que tiene el mayor porcentaje de suicidios. Antes ese lugar lo ocupaban los países Nórdicos. También es el país que tiene la mayor cantidad de muertos de menos de treinta años, la mayoría por accidentes automovilísticos. El tema de la velocidad tiene mucho que ver con el no querer detenernos a ver una cantidad de cosas, tiene que ver con la evasión en el fondo. La velocidad, y esta violencia que nosotros pisamos como si estuviéramos pisando una mina que en cualquier momento puede explotar, solamente puede ser entendida, canalizada a través de la construcción de un diálogo.
Nuevamente aparece el tema del diálogo como prioritario para la paz.

Quiero recordar brevemente con ustedes las condiciones del diálogo de las que nos hablaba el Papa Pablo VI en su primera Encíclica Eclessiam Suam. Enumerando algunas características del diálogo el Papa decía: el diálogo debe ser primero claro, debe ser fiel a la verdad que tenemos en la mente y en el corazón. En segundo lugar, tiene que ser afable, no puede ser prepotente, soberbio, un monólogo que busca imponerse a otro.

La tercera condición que ponía es la confianza, confianza en la escucha, que el otro pueda escucharme, que yo pueda ser escuchado por el otro. Esta condición es importantísima, ya que vivimos una situación de sospecha continua y rápidamente cerramos la persiana cuando pensamos que algo va a seguir un rumbo diferente. Y cuarto, decía el Papa, el diálogo debe ser prudente, debemos saber -por ese don del Espíritu que nos aconseja- cuándo hablar, cómo hablar, cuándo callar, cómo callar. La prudencia es como el amor hecho tiempo, el amor ejercitado a lo largo del tiempo.

Pero tenemos muchas dificultades para dialogar. Una de ellas es el miedo; y es el miedo justamente lo que produce la violencia. Tenemos miedo de ser aniquilados, de ser excluídos, de no ser reconocidos, de quedar fuera, al margen de esta gran sociedad global, tenemos miedo de quedar solos. No hablo solamente del miedo a la seguridad física. Es el miedo a una soledad mucho más profunda, mucho más honda, un vacío.

Ese miedo es el que nos coloca muros, barreras delante nuestro que nos impiden ver y aceptar lo diferente. La diferencia: para poder dialogar tenemos que aceptar la diferencia; los demás son diferentes, educaciones diferentes, historias diferentes, culturas diferentes. Vivimos en un mundo plural y la Argentina y América Latina -lejos de estar integradas politica, social y culturalmente- está tremendamente fragmentada. Vivimos en este momento una fragmentación enorme de nuestra sociedad. Cuesta integrarnos. Empezamos a integrarnos, o a querer integrarnos políticamente, y enseguida aparecen nacionalismos, dificultades, cosas que entorpecen el diálogo en nuestros mismos países.

Por un lado dá la impresión de que hay un movimiento necesario, vemos la necesidad del diálogo, de una unidad profunda , y por otro lado aparecen las reservas, los rechazos, los nacionalismos hondos, fuertes, el no querer escuchar, el no querer oír, el miedo a la diferencia.

Vivimos un mundo plural, una sociedad plural y tenemos que aceptarla como tal, como plural y el desafío de verla como diferente con aquel que yo no estoy acostumbrado a hablar un mismo lenguaje.

¿Cómo puedo aprender a hablar? ¿cómo puedo aprender a escuchar? ¿cómo puedo sortear la zanja que me separa de él? ¿cómo puedo apostar a una sana comunicación para el diálogo y para la paz?

En medio de todo esto se interpone una sorda lucha de poder que ya en América Latina está planteada a través del narcotráfico. Nosotros ya no somos en la Argentina un país de consumo de drogas como ustedes saben, sino que somos un país donde se comercializa y donde se vende la droga. Entonces este problema va produciendo poco a poco un deterioro tan tremendo entre los jóvenes, especialmente los de las clases más humildes, que ya van creando como dos naturalezas humanas. Por un lado, aquella naturaleza deteriorada mental, espiritualmente, con una mirada hacia el futuro en donde experimentan la vida como un constante estar al borde de la muerte, un constante tener que morirme en cualquier momento a costa de una banda, a costa de la policía, estar en el filo de la navaja, al borde del abismo continuamente. Y hay toda otra sociedad con un planteo de una cierta prospectiva de futuro a través de la informática, del desarrollo de la ciencia, de la técnica.

Estamos pisando esta violencia que aumenta cada día, que no sabemos a lo que puede llegar, a lo que podría llegar si la canaliza alguna forma de ideología. No podemos saber lo que puede pasar con esta violencia ciega, sorda, que aparentemente no tiene sentido, ni dirección, si en algún momento logra una canalización. Como tampoco sabemos lo que puede pasar con la violencia contenida cuando buscamos reprimir una violencia que ya no podemos soportar. No sabemos hasta dónde puede llegar el ser humano a través de esta agresividad, ira, inestabilidad consigo mismo, con la sociedad en la que vive. Por eso es indispensable, especialmente a través de los pequeños grupos, de las comunidades, apostar al ensayo continuo del diálogo. Lo merece la dignidad de la persona humana y por supuesto la fidelidad a la fé que profesamos

Expirado

Las microfinanzas en la Argentina
 
Marta Bekerman, Profesora de Desarrollo Económico de la Universidad De Buenos Aires. Presidente de la Asociación Civil “Avanzar por el Desarrollo Humano. Investigadora Principal del CONICET. Esta es su ponencia: 


Cuando damos créditos a los habitantes de villas de emergencias, hay una clara relación “yo- tú” de absoluta paridad, en la que consideramos a cada persona como un ser humano con potencialidades, con capacidades y lo que nos interesa es desarrollar esas capacidades. La pobreza no es un problema esencial de falta de ingresos; si le sacáramos todos sus ingresos a Bill Gates no creo que tuviera problemas en recuperarlos rápidamente.

El economista Amartya Sen, Premio Nóbel, dice que el desarrollo esta ligado a la expansión de las capacidades de las personas porque esto es lo que les da la libertad, la posibilidad de elegir el tipo de vida que estas personas quieren hacer.
Cuando pensamos desde la ONG “Avanzar por el desarrollo humano” dar crédito a gente de villas de emergencias muchos nos planteaban sus dudas. Se trata de los sectores más bajos de la escala social, que nunca tuvieron acceso al crédito o bien lo tienen a través de usureros que les cobran el 1500 % de interés anual. Esta es una pequeña utopía que se está desarrollando, en este momento, en 6 villas de emergencia en donde estamos trabajando. Esperamos que se convierta en una realidad aún más grande, y expandirnos a otras zonas en la medida de nuestras posibilidades.

En la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA soy profesora con dedicación exclusiva, he escrito muchos trabajos, papers, artículos, libros, y me di cuenta en el año 2000 que la situación de la gente estaba cada vez peor. O sea que nosotros discutíamos mucho de teoría económica pero la gente se moría de hambre. Entonces pensamos cómo hacer algo que sirviera inmediatamente a la gente, y de ahí viene la idea de esta inicial utopía. Así algunos investigadores de la facultad empezamos en el año 2000 a reunir dinero, para ver si esto era posible. Luego conseguimos el apoyo de un banco de la zona de las villas en el àrea de Lugano, Soldati, el Bajo Flores, Ciudad Oculta, y Mataderos. Efectivamente logramos que el banco Credicoop aceptara que la gente fuera a recibir sus créditos y a pagarlos ahí. Así la gente va aprendiendo a bancarizarse.

Creo que se está demostrando que, cuando hay ganas y voluntad , las utopías son posibles. Que esta relación “yo-tú” también es posible, porque nosotros no solo damos crédito sino que apuntamos al desarrollo de capacidades. En esa línea damos un curso de costos, que es obligatorio, lo tienen que hacer todas las personas antes de recibir el crédito, ya que es un problema esencial para el manejo del negocio. También formamos muy bien a nuestros oficiales de crédito para que sepan evaluar proyectos. Son proyectos muy simples, pero trabajamos con ellos y no les damos el crédito hasta que estamos convencidos de que su proyecto funcionará bien. Es importante, insisto, el desarrollo de las capacidades. Eso es mucho más importante que la entrega de fondos . Es una diferencia esencial: darles la caña de pescar y no el pescado.

Además desarrollamos tareas de interacción social. Por ejemplo tenemos encuentros con las mujeres de las villas que se llaman “Amasando sueños”, donde vamos a amasar todas juntas y contar nuestras ilusiones, nuestras ganas de cambiar cosas. Hablamos de los problemas, de cómo podemos mejorar la institución, mientras amasamos. Es una manera de que la gente no solo venga a pagar el crédito, sino que empiecen a entender que nuestra institución está preocupada por lo que les pasa. Nuestra institución otorgó ya alrededor de 5000 créditos. Esto que empezó hace pocos años por una iniciativa que tuvimos desde la Facultad junto a estudiantes de mi cátedra, incorporó luego en su staff a prestatarias, a personas que son habitantes de los barrios, y también a los estudiantes para quienes trabajar allí es muy enriquecedor ya que le da una proyección social a lo que están estudiando.

Mas del 50 % de la población a la que nosotros llegamos estaba bajo la línea de la pobreza y también por debajo de la línea de indigencia. Esto va cambiando. Los préstamos para la gente muy pobre son más complicados, ya que necesitan mucho más apoyo para el desarrollo de su emprendimiento.
Tenemos un fuerte peso de las mujeres; el 72% de nuestras prestatarias son mujeres. Encontramos en ellas una actitud más abierta para cumplir con los requisitos que nosotros les planteamos. En la medida en que a las mujeres les va bien en algunos casos se fueron incorporando después los hombre, y después viene ellos a pedir. Además se dan cambios en las relaciones sociales. Una mujer dijo que el marido la estaba tratando mejor porque traía dinero a la casa. Hacemos encuestas de impacto y en todos los casos encontramos una mejora muy fuerte en los ingresos del emprendimiento, lo cual les permite aumentar los gastos del hogar.
Apuntamos también a lo que llamamos empoderamiento de las mujeres, cómo aprenden a tomar decisiones y aumentar su autoestima. En general van adquiriendo una visión más optimista del futuro.

Nuestros prestatarios tienen una muy baja experiencia crediticia, o la tienen únicamente con el usurero de la zona. Su inserción en el mercado es, generalmente, muy precaria, venden a través de las ferias informales, en su propia vivienda o en forma ambulante.
Hemos armado grupos de capacitación por actividades. Hay que potenciar estas microempresas con capacitación pero combinada con más demanda, y así aumentar sus niveles de productividad.
Los países asiáticos de industrialización reciente recurrieron mucho más al aumento de la productividad y por eso gastaron tanto en educación, desarrollando sectores intensivos en trabajo calificado que permitieran emplear a más personas y elevar su nivel de vida.

Los microcréditos en la Argentina se han desarrollado muy poco por distintas razones. Una es que hasta principios de los 90 era un país bastante distinto del resto de América Latina, teníamos un mercado de trabajo asalariado bastante estructurado, no existía un gran problema en relación al desempleo. La microempresa surge en la Argentina como en otros países de América Latina como una respuesta a la falta de trabajo formal, y cada vez se desarrolla más porque a partir de las nuevas tecnologías los trabajos que tienen más demanda son los más calificados. A la gente que quedó pobre, a los pobres estructurales, a esas generaciones que no tuvieron acceso a la educación, les va a resultar muy difícil incorporarse al mercado de trabajo con empleos de calidad. Por eso hay que hacer una política económica que tome en cuenta la situación de los distintos sectores tomando en cuenta los problemas derivados de la pobreza. Tiene que jugar en esto el desarrollo local, ver las necesidades de cada grupo humano y ver cómo se las enfrenta.

En ese sentido el microcrédito es importante, pero aún se desarrolló poco en la Argentina. En un estudio que hicimos encontramos que habría un potencial de un millón trescientas mil personas que necesitarían el acceso al crédito. Con las instituciones existentes y con dos programas públicos no se debe cubrir más de 50 mil, de manera que estamos en un 3% o 4% de penetración, de respuesta a las necesidades de la demanda de microcréditos. Esto nos demuestra que hay un tremendo potencial de expansión.

Hay que exigir a las instituciones de microcrédito eficiencia y transparencia pero sería menos exigente con el tema de la sustentabilidad, para impedir que las tasas de interés sean muy altas. Tenemos que apuntar a la sutentabilidad del microempresario; en la medida que les demos las tasas de interés lo más bajas posible vamos a asegurar su sustentabilidad. En este sentido el Estado no puede estar ausente. El Estado da subsidios para pymes, para autopistas, y una alternativa es que subsidie para potenciar el microcrédito, en la medida, sobre todo, que se puede ir reemplazando a los programas asistencialistas que son más caros que los microcréditos. Son muchos más caros porque son programas que se dan permanentemente y que no ofrecen salida. El crédito se va devolviendo. No se puede comparar subsidiar una tasa de interés de un crédito con los programas asistenciales. Sobre todo por el impacto sobre la persona, que se siente activa y digna

Expirado

El microcrédito genera un fenomenal cambio social
 
Arnaldo Bocco, Director del Banco Central de la República Argentina, señaló que hay un nicho de pequeña y micro empresa que podría ser un actor importante, que deberían prestarle atención quienes hoy se orientan al microcrédito. Esta es su ponencia: 


La introducción del microcrédito en la Argentina no es nueva. Hace mucho tiempo que viene operando casi como una relación entre iguales, entre personas. Institucionalmente es más nuevo, tendrá poco más de una década y media.

En los últimos tiempos si uno pudiera segmentarlo va a encontrar que hay diferentes tipos de instituciones involucradas en el microcrédito, por ejemplo organizaciones no gubernamentales que juegan un papel social positivo en la identificación de sujetos factibles de ser perceptores del crédito de pequeña escala.
Tenemos a su vez entidades internacionales que observan a actores sociales que también son sujetos de créditos, ya sea mujeres, familias, profesionales independientes o algunas adicionalmente que son portadoras de conocimientos, desde lo artístico hasta lo manual.
Lentamente empiezan a existir bancos de pequeñas dimensiones, incluso algunos más grandes, que encontraron también el nicho del microcrédito haciéndolo, por ahora, de manera exploratoria.

En el año 2006 el Banco Central estableció lo que se llamaron Regulaciones para préstamos de bajo valor, de tal manera de crearle a los bancos la menor cantidad de restricciones posibles, para que puedan prestar cifras bajas, montos variables, y posibilitarle el mecanismo de recupero del crédito en plazos, en períodos sumamente flexibles, de manera mensual, quincenal, semanal, y crear también condiciones necesarias para que esas regulaciones no obstruyan el sistema.
Es un gran desafío, ya que pequeños montos cambian realidades humanas de manera muy importante. Pero tenemos que ser muy francos, así como la Argentina en muchos campos está muy adelantada, hay países vecinos relativamente más rezagados y otros con instituciones más fuertes, que nos llevan décadas de ventajas.

Tenemos un caso muy conocido en un país vecino, rico en tradiciones y eficiencia. Encontramos ese hito muy importante en Chile, que es el surgimiento de una entidad privada, social, es un banco cuya historia resulta muy particular.
Como muchas experiencias europeas de tipo cooperativas artesanales y microindustriales, comenzó siendo creado en Santiago por la Iglesia, que enfrentó a la dictadura y necesitaba tener un mecanismo de manejo de sus recursos para el pago en los colegios a los maestros de las escuelas católicas. El Cardenal Raúl Silva Henríquez solicitó la apertura de un pequeño banco y al mismo tiempo con los depósitos financiaba pequeñas viviendas populares (El Banco de Desarrollo, en efecto).

De allí un poco más tarde se avanzó al microcrédito, y hoy ese banco debe tener un Activo del orden de mil quinientos millones de dólares, donde ya no son los actores sociales chilenos excluyentemente los propietarios sino el BID, el Fondo Monetario Holandés, que es un organismo del Estado de Holanda que financia el desarrollo económico, y otras instituciones de esta naturaleza, sumado a los miles de depositantes, quienes finalmente terminan siendo personas físicas o jurídicas involucradas en el financiamiento de estos pequeños créditos.
Creo que nosotros tenemos mucho por aprender, aquí está el Estado Argentino que vuelca recursos al microcrédito, hay entidades que los perciben, así como hubo un banco de los pobres que trató de emularse en distintos ámbitos geográficos del país jugando papeles muy activos desde el Gran Buenos Aires hasta Mendoza, desde Jujuy hasta la Patagonia.

A mi juicio hay un nicho de pequeña y micro empresa que podría ser un actor importante que deberían prestarle atención quienes hoy se orientan al microcrédito, que a veces no son ni sujetos del crédito ni si quiera del sistema informal que hay en la Argentina. Por lo general buena parte de esas pequeñas empresas, microemprendedores, son comunidades económicas de las más eficientes porque tienen niveles de productividad alta, son tecnológicamente innovadoras y a lo mejor son de una escala muy diminuta, pero tienen un papel muy importante; pueden ser un artesano, un artista, un profesional, un transportista, en fin, hay una gran cantidad de personas que han comenzado así.
Recuerdo el caso de una empresa familiar, de una familia tremendamente humilde, donde la portadora de la iniciativa fue una mujer. Ella con un crédito de quinientos pesos constituyó una fábrica de sillas que fue recuperando el marido y los dos hijos. Al cabo de quince años las sillas hoy se exportan a Europa y tiene empelados y arquitectos. Esos ejemplos también existen en nuestro país, son menos conocidos, pero están allí, sólo hay que potenciarlos. A veces las entidades financieras esperan a los clientes potenciales, en el exterior, la experiencia es más agresiva, las entidades van en busca de sus clientes, no despachan crédito, lo ofrecen.

La ventaja que tiene la inserción de recursos crediticios es que la incidencia es inmediata porque la persona a los tres, cuatro o seis meses amortizó el crédito, tiene capacidad de endeudamiento futuro nuevamente, en cuanto crece contrata en el mercado de trabajo a más personas, amplía la base productiva, por pequeño que resulte, expande la dotación de capital (lo que le permite mejorar la productividad y tener ganancias, eso se ve mucho en las comunidades campesinas de los Andes ecuatorianos o en Colombia), enseguida reinvierte y ese progreso, se percibe no solo en la calidad de su vida, en la educación de sus hijos, de lo que desea para su satisfacción individual, en términos de la relación hombre trabajo, sino también como empresa porque pasa a ser socialmente más eficiente.

Cuando ustedes miran una cadena de producción, y ven una gran industria, siempre el abastecedor mientras más pequeño mejor, porque ante incidentes financieros reacciona con más velocidad que en el sentido que reacciona la gran empresa. Por ejemplo el productor de leche que le va a entregar desde un tambo a la empresa láctea, va a reaccionar siempre en forma mucho más veloz y más eficientemente que la industria láctea, por las características y dimensiones culturales que adhirió a lo largo de generaciones previas que le fueron transmitiendo el conocimiento y la especialización. De manera que cada peso que se destine a una inversión de esta forma social y económica, genera progreso y un fenomenal cambio social

Expirado

Cooperación cultural entre España y la Argentina
 
María Kodama, presidente de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, se refirió a la relación entre España y Borges como una compleja tarea y dijo que como todo vínculo este lazo también está teñido de contradicciones. Esta es su ponencia: 


Si nos preguntamos qué es necesario para establecer una cooperación, la respuesta sería es necesario que exista el trabajo compartido, con fuerza y alegría; son necesarios también ideales comunes que permitan establecer esa alianza, creando vínculos. En el caso de la cooperación cultural entre España y la Argentina el vínculo más fuerte e indestructible es la lengua. Los sonidos de una lengua diferenciados y misteriosos, son los primeros que llegan a un ser humano desde su nacimiento, esos sonidos articulándose en palabras y separándose en estructuras harán a través del aprendizaje de ese ser un hombre con toda su posibilidad de comunicarse y de expresar sus necesidades inmediatas. A través de ello le será dado también a algunos la clave para crear un universo, el universo del arte a través de la palabra, es decir el mágico universo de la literatura.

Nadie mejor que Jorge Luis Borges para ofrecernos ese hilo conductor que marcará la entrada y la salida de ese laberinto que son las distintas lenguas que paradójicamente son las que nos facilitan el acceso a esas culturas con las que deseamos establecer los vínculos de cooperación, esos vínculos que van a enriquecernos y van a enriquecerlos aún más. Borges contaba que antes de tener uso de razón sabía que debía dirigirse de un modo a su abuela paterna y de otro modo al resto de su familia. Mucho más tarde supo que esas formas correspondían a dos lenguas distintas: la inglesa y la española. Las lenguas que marcan lo más íntimo del ser de manera indeleble obrarán lenta y subterráneamente, y al decantarlas producirán esa literatura única, esa literatura que lectores, escritores, críticos de América y de España consideran que ha cambiado el rumbo de la literatura en lengua española. Esa dualidad trazará en su vida algo semejante a un laberinto, es decir un camino que “tercamente se bifurca en otro, que tercamente se bifurca en otro”.

Los primeros recuerdos que tiene son los de la biblioteca de su padre, círculo mágico que encerrándolo le daba paradójicamente la extraordinaria libertad a través de la lectura y de la imaginación. Del otro lado de las rejas de ese jardín de su casa en Palermo atisbaba un mundo hecho de compadres y de violencia que le llegaba del exterior, mientras que en la sala lo aguardaba el otro mundo hecho de batallas y de gloria, narrado por los suyos.

Los rostros de sus antepasados lo contemplaban. Todo eso iba dejando su huella en el alma de ese niño que llegado a la adolescencia marchó con sus padres a Europa sin saber que los sorprendería la Primera Guerra Mundial, que cursaría su bachillerato en Ginebra, que no terminó, y que descubriría un mundo diferente hecho de comprensión, de respeto y de cooperación. La experiencia en Ginebra marcará su manera de pensar, su vida, su obra. A pesar de recordarla en la Exposición de la Actual Poesía Argentina organizada por Pedro Juan Viñales y César Tiempo como una “época sin salida, hecha de garúas y que recordaré siempre con algún odio”; el paso del tiempo hará que ese sentimiento natural en alguien que tuvo que dejar la patria siendo un niño a la que vuelve hombre vaya modificándose. Digo que ese sentimiento es natural porque a su regreso Borges debe acercarse a su país, y se dedicaría a cantarlo, redescubrirlo y fundarlo.

Tendrá que separarse de Europa, de esa formación europea, para adquirir su propia identidad sin rechazar ese pasado que todavía es casi presente en él.

Una vez afirmado, los recuerdos de sus años en Europa cambian, y surge nuevamente el amor y el reconocimiento de esos años trascurridos en Ginebra que considerará como algo fundamental en su vida y en su formación intelectual.

No menos importante que la etapa que le sigue a Ginebra es su llegada y estadía en España. Es en Mallorca, en Sevilla, en Madrid donde entrará en contacto con los escritores y poetas de la época. Permanecerá en España entre 1918 y 1921, fecha en que volverá a Buenos Aires.

Hablar de la relación entre España y Borges es una compleja tarea y como todo vínculo este lazo también está teñido de contradicciones. A lo largo de su vida, podemos distinguir el trazado de un laberinto hecho de aproximaciones y de rechazos, y que nos ofrece a pesar de todo un hilo conductor, su admiración inquebrantable por Cervantes, Quevedo, Manuel Machado, autores a los que guardó fidelidad a través de los años.

De sus años en España va a conservar un recuerdo muy especial, sobre todo para un amigo que muere en plena juventud al que conoce en Palma de Mallorca y con quien mantuvo una intensa correspondencia, Jacobo Sureda.

De los noches de bohemia madrileña pobladas de tertulias donde se discutían hasta el alba temas literarios y filosóficos, Borges guardó y atesoró un nombre: Rafael Cansinos Assens.

A más de 60 años de distancia, en San Pablo, Borges se refiere a él como su maestro. El relataba y me relataba siempre las largas caminatas que con un grupo de jóvenes hacia por las noches luego de las tertulias en el café colonial, sede indiscutida de Cansinos.

Quizá lo que deslumbró a Borges fue el hecho de que al ser presentado Cansinos con una voz cadenciosa le dijo que podía saludar a las estrellas en 33 lenguas. La relación entre los jóvenes y el maestro se dará a la manera de los diálogos socráticos donde se entrelazarán las etimologías y el lúcido y claro razonamiento.

Rafael Cansinos Assens es el que acuñó el término ultra, fue el promotor del ultraísmo a fines de los años 10 o inicios de los 20.
El primer manifiesto ultraísta es de 1918 y ahí decía: “nuestra literatura debe renovarse, debe lograr su ultra”; su nombre aparece en las revistas que lanzan y apoyan el ultraísmo: Iglesias, Cervantes, Ultra.
Cabe destacar que la obra de Cansinos parece no tocar la estética vanguardista y en esto hay también un paralelismo con la obra de Borges, hay una actitud contradictoria en Cansinos que va también a encontrarse en Borges.
Cansinos critica el siglo XIX y a los vanguardistas del Siglo XX, crítica a todos los jóvenes poetas que se encartonan en su novela “La academia de la lengua”, y así no siente el agotamiento de las escuelas pasadas. Pero lo que en realidad ataca son los principios estéticos de la vanguardia en general, centrándose en el ultraísmo español.

En medio de toda esta conjunción de ideas va a producirse el encuentro con Hispanoamérica, a través del chileno Vicente Huidobro que llegaba de París con las ideas futuristas y de Jorge Luis Borges que llegaba desde Ginebra para introducir en España el expresionismo alemán. Borges descubre a través del aprendizaje de esa lengua a los poetas expresionistas alemanes a los que va a permanecer fiel toda su vida y a los que va a traducir introduciéndolos entonces en España.

Para Borges la traducción tenía un valor fundamental, ya que es el único vínculo para poder expandir justamente una cultura y hacerla conocer a la otra.
La relación de Borges y de Cansinos es riquísima, tienen ideas en común, gustos en común y la añoranza de poseer una gota de sangre judía. De hecho Cansinos se convierte ya adulto al judaísmo. Pero sobre todo lo que los une es la misma posición crítica y escéptica frente a la vanguardia, actitud contradictoria sobre todo en Cansinos, creador del ultra.
¿Qué motivó a Cansinos y a Borges a no marcar sus obras como producto de un ísmo? Ambos se sienten atraídos por lo nuevo, a lo que se entregaron con fervor pero no sin cierta resistencia; ambos no quieren el rechazo de toda una tradición de los mitos, de la ironía y del humor. Los dos son poseedores de una sabiduría que saben que se enriquece con los matices.
Cansinos es conciente de que toda forma nueva trae consigo un contenido renovador. Es en España donde Borges comienza a publicar sus poemas ultraístas y en aquellas revistas que le dan acogida al movimiento, pero Borges llevará a España y difundirá a los poetas alemanes.

¿Cuál es esta pasión que tiene Borges y que nos entrega en su último libro, Los conjurados, que es también un homenaje a Ginebra? Justamente es a lo que él aspira y deja flotando esa idea para que la humanidad de algún modo la tome y la entienda. Y es el haber podido comprender en esos años de su vida en Ginebra de qué manera recibieron a los refugiados de la Primera Guerra Mundial, y el respeto también hacia el extranjero. Recordaba que cuando sus profesores lo llamaban, como pronunciaban su apellido a la francesa, Borges no entendía que se referían a él, y después de muchos años sus compañeros le contaron que habían presentado una nota al director para pedirle que no fueran con él tan severo como con ellos, porque Borges era un extranjero que estaba aprendiendo el idioma.

Lo que más admiraba él eran dos cosas: el hecho de que países que tenían distintas lenguas y distintas religiones por un acto de voluntad, sin perder su lengua, sin perder su fe, convivieran en un país al que llamaron Suiza. Y otra cosa que le encantaba era que los suizos si le preguntaban no sabían el nombre de su presidente, cosa que le parecía genial, acostumbrado a las costumbres de los países latinoamericanos.

El pacifismo de los poetas expresionistas lo lleva a unirse a ellos ante el rechazo y el horror por la muerte, y como la mayoría de los jóvenes de grupos expresionistas se volcó hacia la utopía socialista encarnada en la revolución del 17 pero luego va a darse cuenta que hay campos de concentración, que todo es un horror y va a romper con toda esa corriente política.

De la lectura de los expresionistas saldrá uno de los pilares de la poética de Borges, la imaginación es total, es tan importante lo visible como los espejos de la realidad emotiva y pasional. La objetividad se subordina a la sensibilidad que rige la creación.
Más adelante Borges nos va a dar tres primeros libros, y en esos tres primeros libros, cuando el llega a Buenos Aires va a tratar de recuperar a su ciudad. Luego se dará cuenta de algo que es fundamental; él dice que compra dos diccionarios de argentinismos para poder escribir en argentino y luego advierte que él mismo no entiende las palabras que ha puesto en sus escritos y a partir de allí decide que todo ello es absurdo. El va a cambiar e incluso va a denostar esos primeros libros justamente por encontrarlos totalmente absurdos. Sin embargo esos libros son leídos en la facultad y están en las bibliotecas. Son libros importantes para entender la evolución del pensamiento de Borges.

Finalmente Borges se pregunta, ¿qué zanja insuperable hay entre la lengua española y la nuestra, argentina? Ninguna, la diferencia tan sólo es de matices, de connotaciones; considera que esa diferencia de matiz es suficiente para unir la patria. La obligación de cada uno es dar con su voz, mientras que el deber de los escritores es aún más fuerte que para los demás.

San Pablo definió la fe como sustancia de las cosas que se esperan, demostración de las cosas no vistas; Borges dice que él traduciría eso como recuerdo que nos viene del porvenir y agrega: la esperanza es amiga nuestra y esa pequeña entonación argentina del castellano es una de las confirmaciones de la que nos habla. Toda esa suma de elementos contradictorios nos entrega a un Borges aparentemente desgarrado, entre tradición y vanguardia, universalismo, cosmopolitismo, criollismo. En resumen nos da la complejidad de los matices que constituyen la imagen de todo ser humano.

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