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Reflexiones Cátedras

En 1889 un magnate predicaba el Evangelio de la riqueza

Silvio Schlosser (Fundación YPF) recordó a Andrew Carnegie, uno de los primeros en apelar a la RSE en su libro "The Gospel of Wealth". Hoy el hecho de donar asume otras formas, como las que encara esa institución para ayudar a los

menos favorecidos. En esta página damos a conocer su ponencia en la Cátedra del Foro.
Se habla cada vez más sobre Responsabilidad Social Empresaria, pero en verdad todos tenemos mucha responsabilidad, las personas, los hospitales, las empresas, etc. Quizás como la empresa es una de las organizaciones exitosas de la modernidad entonces la sociedad considera que puede resolver muchos de los problemas y probablemente sea así, aunque la principal responsabilidad de una empresa es la creación de riqueza y empleo como contribución a la sociedad. 

Pero hoy se habla de un doble contrato. Uno es el económico, que tiene que ver con generar empleo, invertir parte de los excedentes, pagar impuestos para el mantenimiento de la sociedad. El otro es el contrato social, que tiene que ver con coparticipar en el desarrollo social de la comunidad en la cual actúa y la obligación de cuidar el medio ambiente, a cambio de lo cual la empresa obtiene legitimidad social. 

La sociedad quiere que la empresa genere riqueza, gane dinero pero no a cualquier precio. Es decir, hay una mayor conciencia de la responsabilidad del sostenimiento de la sociedad. Y este tema que nos parece tan nuevo, en realidad no lo es. Ya en 1889 Andrew Carnegie en su libro de "The Gospel of Wealth" , “El Evangelio de la riqueza” podría traducirse, muy interesante y que se puede bajar de Internet, establece que las personas adineradas y las empresas deben asumir como responsabilidad administrar la riqueza para bien de toda la sociedad, asistiendo y guiando a las personas con menos fortuna. Quizás con un criterio paternalista él habla de dos principios: uno de caridad y otro de custodia. El dice que los miembros más afortunados de la sociedad tienen que ayudar a los menos afortunados en forma directa o indirecta. También dice que las empresas y las personas pudientes son consideradas custodias de los bienes que pertenecen a la sociedad, que tienen que multiplicar las riquezas de la sociedad mediante el uso eficiente de los bienes con inversiones prudentes. 

Fue el creador de la industria del acero y es el padre de las bibliotecas públicas que existen en Estados Unidos. Realizó la donación más grande de la historia de la humanidad (de unos 400 millones de dólares) si actualizamos esa cifra a valores actuales. 

Con respecto a la Fundación YPF, fue creada por una decisión de la Asamblea General Ordinaria del 30 de abril de 1996 como una organización donante y sin fines de lucro. Hay dos modelos de fundación en nuestro país, las que son operativas y tienen que generar sus recursos, y las donantes que tienen recursos propios para poder desarrollar proyectos para el bien de la comunidad. Se creó con la misión de contribuir a que la Argentina alcance los requisitos de participar activamente en un mundo que tiende hacia la integración, y se plantearon objetivos para promover, estimular, y participar en iniciativas de carácter educacional, cultural, y en especial en la promoción de la investigación científica.

Es una enorme responsabilidad tener una fundación donante; en nuestro país lamentablemente no tenemos muchas. Son muy importantes nuestros valores, que son la ética y perfeccionismo en el trabajo, ser eficientes en la operación, tener objetivos que puedan ser medidos y evaluados, tener transparencia en la difusión de los resultados, en la participación y la gestión. El presupuesto es de aproximadamente 10 millones de pesos anuales. Surge de una decisión de la asamblea general de accionistas que decidió destinar a la fundación el medio por ciento de las utilidades promedio de los últimos tres años. Se toma el promedio porque las utilidades de las empresas ligadas al precio del barril de petróleo pueden tener alzas y bajas en sus beneficios dependiendo de los mercados internacionales. Años malos se compensan con años buenos, cosa que efectivamente sucedió. En un período de más o menos tres años la curva resulta amortiguada y esto nos permite encarar programas y proyectos de muchos años. Podemos tener becarios de cuatro años, programas de educación de dos años, porque tenemos asegurados los ingresos que nos permiten plantear los objetivos a largo plazo. 

Básicamente ofrecemos becas, apoyamos a escuelas, institutos, universidades, y hacemos toda clase de acciones tendientes a apoyar el desarrollo de investigaciones científicas, técnicas, y de perfeccionamiento personal. Para eso tenemos un programa; no estamos esperando que lleguen proyectos, aunque escuchamos propuestas y apoyamos siempre las que estén alineadas con nuestros objetivos. 

Tenemos un importante programa de becas, otro de educación, un concurso de voluntariado corporativo, un premio a la investigación Repsol YPF junto con el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, y algunas otras actividades. Muchos graduados han participado en la becas del Instituto Superior de la Energía, desarrollado por Repsol YPF cerca de Madrid con el objetivo de otorgar postgrados para todos los graduados en carreras afines con la energía en universidades nacionales. Se dan becas de 500 pesos por mes. Actualmente participan en el programa la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, las universidades de Salta, La Plata, Cuyo y Comahue. Los alumnos pertenecen a familias de muy bajos recursos, con muchos hermanos (7 u 8) y al obtener la beca todos los chicos terminan la escuela media. Produce un efecto de interés el hecho que un integrante del grupo familiar haya sido premiado por su dedicación al estudio. La beca se obtiene después de haber cursado un primer año y la otorgan directamente las oficinas de algunas de las universidades. 

Tenemos también un programa de becas de postgrado para jóvenes, con el Conicet, en temas vinculados al petróleo. Las cantidades son 120 becarios de postgrados, 70 en el Instituto Superior de Energía, 195 becarios de grado y 8 que están haciendo sus doctorados con la beca del Conicet.

Nuestro programa de educación tiene como objetivo encontrar iniciativas niveladoras a través de concursos, en el ámbito nacional. Siempre hay un comité en la zona, independiente de la fundación. Los comités se conforman por expertos que no pertenecen a la fundación, que ayudan a seleccionar las mejores propuestas. 

Apuntamos a la educación formal vinculando universidades, escuelas y organizaciones de la comunidad. Las bases son muy rigurosas y obligan a que esas organizaciones presenten un proyecto en común. La experiencia nos demuestra que los que no ganan la beca, el subsidio, si el programa es fuerte y la idea es interesante consiguen los fondos igual. Destaco el hecho de haberse reunido durante varios días para preparar la propuesta que tiene que ver con el mejoramiento de enseñanza y tecnología en pueblos chicos en el interior, en donde la gente se ve todos los días pero jamás se sienta a hablar. Normalmente decían los de la universidad que los alumnos de la secundaria venían mal preparados, y los docentes decían que lo que piden en la universidad no tiene nada que ver con lo que hace falta. El hecho de tener que presentarse al concurso crea una relación que genera un valor agregado y después aunque no hayan recibido el subsidio terminan realizando el proyecto igual. 

También apoyamos iniciativas que tienden a retener o reinsertar a jóvenes en la escuela media. Uno de los problemas más graves de nuestro país es que la mitad de los jóvenes no van a la escuela media y la mitad no la termina. Desde el año 2002 tenemos una iniciativa de subsidios a proyectos que plantean la reinserción de personas con padecimientos mentales a través de proyectos productivos. 

En el 2001 uno de los proyectos de innovación de educación en Neuquen se llevó adelante en una meseta erosionada por lluvias y viento en las afueras de la ciudad. Se estudió el impacto de la energía del agua y el viento en el paisaje que forma esta peculiar topografía. Otro proyecto apunta a la educación y producción marina en Chubut. La idea es que los jóvenes que están en una zona fuertemente ligada al hidrocarburo puedan ir pensando para el futuro estrategias de desarrollo regional en otras actividades económicamente productivas. El proyecto está funcionando.

El impacto ha sido grande y muchos ministerios lo han tomado como modelo. Nosotros desde la Fundación realizamos un seguimiento activo de cada uno de los proyectos. En estos proyectos en donde intervienen varias organizaciones muchas veces se generan conflictos que como mediadores resolvemos, porque nuestra preocupación es tratar de llevarlos adelante. 

La Fundación fue seleccionada por la International Youth Foundation de EEUU para ser socio local y operar un programa trianual para jóvenes, con fondos de Lucent Foundation de EEUU. Otra acción que desarrollamos con toda el personal de la compañía la denominamos Energía Solidaria. En este caso la Fundación con las direcciones Externas y de Recursos Humanos elaboramos un concurso interno. En medio de la crisis, cuando todo el personal estaba participando de una u otra manera activamente en forma de voluntaria, quisimos potenciar esto ayudando a aquellos que lo estaban realizando, para que lo hicieran de una manera mejor. Para eso diseñamos un concurso en el que las propuestas tienen que ser sustentables, replicables y de impacto social. 

Respol YPF llama a concurso interno, los voluntarios identifican necesidades y presentan proyectos. Las ONG se asocian con voluntarios. Esto es muy importante porque permite que ONGs muy pequeñas que por lo general jamás recibirían apoyo de una empresa o de una fundación, lo reciban a través de estos tutores, estos voluntarios de la empresa, que además tienen una visión empresarial. Con la idea de tratar de resolver algún problema social se involucran y presentan alguna propuesta. El comité de selección también está formado por los empleados, que leen todas las propuestas. Hay un puntaje y se otorgan los subsidios dividiendo el país en siete regiones. Se eligen los ganadores, Recursos Humanos comunica los resultados, hacemos un taller de capacitación para todos los voluntarios, para fortalecer a los que van a trabajar en este tipo de problemática, la fundación provee los fondos, se inician los trabajos, y se suman muchísimos voluntarios más.

Hoy casi el 10 % de la empresa (unas 900 personas ) trabaja en un programa de estas características. Tenemos instituciones técnicas como el INTA, la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de la Plata, que ofrecen asesoramiento para los proyectos. Se ponen en marcha, hacemos un monitoreo como ya lo hicimos en nuestros programas anteriores, Relaciones Externas comunica, divulga, trata de contagiar a más gente y tenemos ya 54 proyectos funcionando. 

Algunos ejemplos: el proyecto del Taller Esperanza, que consiste en la fabricación de calzado deportivo, con todas las normas de seguridad y evitando el trabajo infantil. Aprovechamos todos los conocimientos de la empresa para utilizarlos en el campo social, para que se trabaje con antiparras, con guantes, con todos los elementos que indican las normas de seguridad que nuestra gente ha adquirido en la empresa, para que se los difunda y se haga de la mejor manera posible. 

Como les comenté, junto con el Instituto del Petróleo y del Gas anualmente, desde hace tres años, convocamos a todos los institutos de investigación a presentar proyectos innovadores que tengan que ver con las industrias de petróleo, petroquímica, gas y electricidad. Tenemos una página de museos, y queremos que todos los museos del país puedan presentar sus actividades. Otros programas tienen que ver con la distribución de computadoras, y con una campaña odontológica que se realiza anualmente con egresados de la Facultad de Odontología de la Universidad de Rosario. Toda la información se puede encontrar en detalle en la página web www.fundacionypf.org.