Estamos atravesando una profunda transformación, con un aumento estructural de las desigualdades sociales y su insostenibilidad. Aun no sabemos cómo las nuevas tecnologías convergentes y la cultura que las gobierna cambiarán la esencia del capitalismo. Uno de los peligros de la cultura hoy es la aceptación acrítica de lo que sucede simplemente porque pertenece a la tendencia intelectual del presente. Es el caso de las injusticias sociales. No sabemos conceptualizarlas, no conocemos su ontología y, por lo tanto, terminamos tomándolas como algo inherente a la condición humana. Hasta ahora se han realizado muy escasas propuestas creíbles para abordarlas. Para buscarlas el Foro Ecuménico Social convocó a catedráticos, dirigentes de empresas y de ONG.
